La Red de Apoyo Aéreo a la Seguridad integra a la Aviación Civil, la reserva aérea y los pequeños aeródromos, para dar respuesta en el menor tiempo posible.
 

Carolina Abello Ross 
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

En 2014, el ex piloto de la Fuerza Aérea y comercial, Patricio Encina Vega, comenzó un proyecto para conectar la Región del Bío Bío por vía aérea en casos de emergencia.

La idea es integrar el trabajo de los aviones civiles, los reservistas aéreos que viven en distintas localidades de la zona, y las pistas o aeródromos secundarios, junto con el apoyo de la red de radioaficionados y de la Asociación Chilena de Helicópteros.

Encina, quien además es Magíster en Ciencia Política, Seguridad y Defensa y actual jefe de la Reserva de la Fuerza Aérea, explicó que llevan años proponiendo esta iniciativa al Gobierno, pero que aún no han sido escuchados. 

"Este proyecto nació al preguntarnos qué instituciones pueden ser la respuesta a muchos problemas en casos de catástrofe. La propuesta es no pensar en la Fuerza Aérea como respuesta, sino que buscar quiénes podrían dar soluciones en emergencia y catástrofe". 

Así, se llegó a los clubes aéreos (que en la Región son 4) y a los reservistas aéreos (64 en la zona) y a la Red Chilena de Helicópteros. Además, se incorpora a los pequeños aeródromos, que suman 22. 

Con esto se puede llegar a zonas lejanas, como Tirúa, Cañete, Ralco y Cobquecura, "y así podemos tener una red que conecta estos aeródromos, a lo mejor no todos, pero algunos estratégicos que nos permitan llegar a lugares clave", dijo Encina. Por ejemplo, recordó que, para el terremoto de 2010, el aeródromo de Cobquecura no estaba operativo, "porque estaba en malas condiciones. Y habría sido importante tenerlo, considerando que allí fue el epicentro, pero sólo hubo conectividad terrestre. Y este sistema funcionaría en la primera fase de emergencia, en la reacción". 

Para solucionar esto, al tener los aeródromos en dependencia administrativa de Obras Públicas, "ellos a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil, debieran realizar las inversiones en infraestructura básica de estos aeródromos, como pavimentar cabezales de pista, cercos perimetrales para evitar la invasión de animales, estanques de combustibles para la operación de las aeronaves y helicópteros". Sin embargo, agregó que el costo sería menor en comparación de los beneficios que traería este proyecto.

Radioaficionados 

El apoyo de las comunicaciones está respaldado por la red de radioaficionados, "quienes en situaciones de emergencia han dado prueba de su eficiencia, cuando las comunicaciones principales se encuentran en estado de precariedad".

Encina agregó que la red sería un voluntariado, ya que los reservistas y pilotos civiles tienen sus ocupaciones, pero están disponibles en casos de emergencia, como, por ejemplo, trasladar sangre a los hospitales de localidades lejanas. 

"Hoy se cree que la Fuerza Aérea tiene que hacer ese trabajo, pero es más difícil que tengan una capacidad de reacción inmediata, porque tienen que trasladar un avión para acá desde Puerto Montt o de Santiago. En cambio, si acá hubiera una red de emergencia, perfectamente se puede reaccionar en 20 minutos", dijo Encina, quien insistió en que el proyecto aprovecha las capacidades de la aviación civil, manejado a un nivel local. 

También se puede utilizar para monitoreo, como de volcanes e incendios forestales. Al sumar los costos de horas de vuelo, despacho aéreo, seguros y la habilitación de operadores terrestres de aeródromos, el proyecto tiene un costo anual de apenas $49.600.000.

En cuanto a la posibilidad de implementarlo, Encina explicó que lo han presentado a la Onemi, "pero no hemos tenido la acogida esperada. Creo que no han sabido aquilatar lo que significa todo esto. El costo es muy bajo y además ayudaría para asegurar la sobrevivencia de la aviación civil. Eso hay que hacerlo a nivel regional, por la cantidad de emergencias que hay en esta zona".