Se trata de establecimientos privados, pero sin fines de lucro. De los más de 20 recintos de este tipo que existían a principios de la década de 1990, hoy quedan menos de 10. En Bío Bío solo queda uno, muy bien evaluado.
Se trata de establecimientos privados, pero sin fines de lucro. De los más de 20 recintos de este tipo que existían a principios de la década de 1990, hoy quedan menos de 10. En Bío Bío solo queda uno, muy bien evaluado.
Daniela Salgado Parra
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El pasado 11 de marzo, Diario Concepción publicó un reportaje sobre cómo el Centro de Salud Familiar de Villa Nonguén rompió los paradigmas de la salud pública. Un centro que no solo obtuvo una acreditación de calidad que bien quisiera una clínica privada, sino que también ha sido valorado y reconocido en múltiples ocasiones por la comunidad. El artículo se transformó en el más leído en redes sociales en la historia del diario, y fue compartido más de mil veces en Facebook, como un ejemplo que la salud pública en Chile debía imitar.
¿Qué explica el éxito de este Cesfam? ¿Qué lo hace diferente de tantos otros? Su primera particularidad es que se trata del único Centro de Atención de Delegados que funciona en la Región del Bío Bío; en otras palabras, que no depende administrativamente del Servicio de Salud, sino que se administra por sí solo.
"Los establecimientos Delegados son los adscritos a la red de los servicios de Salud, pero son privados sin fines de lucro. Particularmente, lo de Nonguén, luego de años, éste transfirió su infraestructura al Servicio de Salud, pero los funcionarios mantuvieron su razón social", explicó una de las médicos que formaban parte del proyecto inicial y actual es docente de la UdeC, la ex seremi de Salud Cecilia Villavicencio.
En su origen el Cesfam de Villa Nonguén nació bajo el financiamiento de la ONG italiana Cesta. Pero el aporte no sería eterno, así fue como en 1996, cuando el centro de atención primaria ya estaba en condiciones de valerse por sí mismo, dejó de recibir los aportes.
País prioritario
Es importante destacar que a fines de los 80 y principios de los 90, Chile estaba dentro de las prioridades de las organizaciones mundiales lo que hacía factible que otros países prestarán ayuda en pos del desarrollo local. Fue en este contexto donde el proyecto "Salud Comunitaria Villa Nonguén, Concepción" pudo concretarse y dar solución a los vecinos que en 1990, fecha de inauguración del centro, no contaban con ninguna asistencia sanitaria cercana.
En la actualidad, éste se financia mediante el registro de inscritos per cápita, que son los dineros que entrega el Ministerio de Salud para cubrir la atención de cada uno de los usuarios, esto tiene que ver con los gastos de operación. Sumado a esto, el Ministerio tiene otra fuente de ingreso que son los programas de reforzamiento para la atención primaria y deben ser utilizados para fines que decreta la cartera de Salud. Así lo detalla el director y fundador del Cesfam de Villa Nonguén, el doctor Juan José Pereda.
Replicar el modelo
Los médicos Pereda y Villavicencio fueron parte clave del nacimiento de este centro, que ayudaron a fundar pocos años después de su regresar de Canadá, país en el que vivieron después de 1973 y donde nacieron sus hijos. Y aunque no lo dicen expresamente, resulta evidente que el centro es, para ellos, como un hijo más.
Sus fundadores atribuyen el éxito del Cesfam en gran medida a las características humanas de sus funcionarios. Ambos reconocen que las condiciones en la Salud Pública han mejorado notablemente y, hoy, las circunstancias son favorables para los centros de atención primaria.
Para la médico, Beatriz Cadegan Segura, directora del Departamento de Atención Primaria de Salud del Servicio de Salud Concepción, lo del Cesfam de Nonguén podría ser replicable, pero reconoce que el contexto es muy diferente a cuando se creó el consultorio. "Si pensamos en la forma en que nació Nonguén, es difícil que surjan centros así, pero lo que respecta a la atención es algo a lo que seguimos apuntando", afirmó.
Compromiso
Una idea que comparte la ex seremi Cecilia Villavicencio: "Es muy difícil replicar lo de Nonguén porque los trabajadores de este tipo de establecimientos tienen gratificaciones que no tienen que ver con el sueldo, la estabilidad ni con los derechos que son los que piden los funcionarios de establecimientos estatales".
Esta misma cualidad hace que los gastos en personal sean menores a los que requiere un Cesfam administrado por un municipio. Lo que a su vez, significa que los recursos de designan a complementar y fortalecer otras áreas.
La suma de ambos factores, quizás, son la responsable de la evidente disminución que han sufrido los establecimientos delegados a lo largo del país. "De los más de 20 centros de atención primaria con estas características, hoy hay menos de 10", afirma Pereda.
A pesar de esto, el doctor tiene una visión diferente sobre la viabilidad de estos recintos, quien cree "que la experiencia es replicable. Obviamente, la realidad del sector público de salud ha cambiado mucho, a pesar, de que sigue siendo uno de los puntos de menor satisfacción de la opinión pública. Se ha avanzado en la construcción de establecimientos, se ha ampliado la red asistencial, se está llegando a los sectores aislados. Pero si existiese una comuna donde hubiera déficit de instalaciones podría ser perfectamente replicable".
Según datos del Servicio de Salud de Concepción (SSC), en la Región hay 21 Centros de Salud Familiar en ocho comunas bajo la jurisdicción del SSC, dependientes de sus respectivas municipalidades. Entre ellos, las únicas excepciones son el Cesfam Víctor Manuel Fernández y el de Villa Nonguén.
Si en algo concuerdan ambos fundadores es que más allá del nombre, sea este de Público, Privado o de Delegados, la formula del éxito está en el compromiso de sus trabajadores, en la vocación de servicio público y en el trato digno de los usuarios.