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La batalla contra la violencia se extiende hasta la sala de parto

El objetivo es que se reconozca esta realidad y que sea sancionada en los Tribunales con la normativa existente. Dos abogadas de la zona relataron a Diario Concepción los avances en este tema.

Por: Diario Concepción 16 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-2110.jpg

El objetivo es que se reconozca esta realidad y que sea sancionada en los Tribunales con la normativa existente. Dos abogadas de la zona relataron a Diario Concepción los avances en este tema. 
 

Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl

Domingo 16 de octubre de 2016.

Un novedoso trabajo iniciaron la comisión de Derechos Humanos y Género de la Asociación Nacional de Magistrados, en conjunto con la Asociación de Magistradas Chilenas (Machi) y el Observatorio de Violencia Obstétrica. 

Como una forma de aportar al debate y a la promoción de la igualdad de género, presentaron una serie de infografías destinadas a educar y prevenir sobre la violencia obstétrica, las que han sido expuestas en distintos tribunales del país. 

Una situación invisibilizada, pero bastante generalizada en la atención de la salud reproductiva y que ha sido, históricamente, aceptada por las víctimas, que no tienen consciencia de que hay ciertas prácticas que ya están obsoletas y que no se deben usar en los partos, por ejemplo, prácticas invasivas, como el tacto realizado por más de una persona, la episiotomía de rutina, el uso de fórceps, la maniobra de Kristeller, el raspaje de útero sin anestesia, una cesárea sin justificación médica y el suministro de medicación innecesaria. 

La violencia obstétrica psicológica se manifiesta en un trato deshumanizado mediante la utilización de un lenguaje inapropiado y grosero, discriminación, humillación, burlas y críticas respecto al estado de la mujer y su hijo. Asimismo, alcanza la omisión de información sobre la evolución del embarazo por parte de los profesionales de salud.

Carla Zúñiga Campos aceptó dar su testimonio. Contó que soñaba con un parto humanizado, por lo que tenía todo planeado para que su hijo Alonso naciera en Villarrica. 

El 25 de noviembre de 2012, con las primeras contracciones se fue al hospital, donde lo primero que hizo la matrona fue hacerle un doloroso tacto. "Al rato volvió con el médico de turno quien me dijo que los latidos habían bajado, y mencionó que además era domingo y no tenían anestesista ni ginecólogo de turno, por lo que nos fuimos a Temuco, a la Clínica Alemana. Me dejaron en una habitación, me pusieron suero con oxitocina, cosa que no me informaron en ningún momento". Entonces el doctor rompió sus membranas y le informó que el niño venía con meconio, por lo que hubo que hacer una cesárea de urgencia. 

"El ginecólogo estaba terminando de ponerme los puntos, cuando escuché que una mujer comentó lo que había dicho el anestesista: Yo debería sacarle una foto a las estrías de esta señora y mandárselas a mi mujer para que se deje de lesear. En ese momento no dije nada, pero me pareció tan desubicado que un profesional de la salud hable de esa forma y se burle de las marcas que me dejo la maternidad", dijo la joven. 

Para peor, la matrona les explicó que el bebé aspiró el meconio y que esta con ventilación mecánica. Y dice: "Ustedes son Fonasa, ¿cómo van a pagar la hospitalización? Porque cada día acá es caro, podemos enviarlo al hospital regional, pero no creo que haya cupos, entonces ahí lo pueden mandar a cualquier hospital del país". 

Por todo lo ocurrido, Carla Zúñiga presentó un reclamo en el centro asistencial, el que finalmente no prosperó. 

Trabajo conjunto

"Estas imágenes exponen la violencia obstétrica, pero de manera delicada y equilibrada, lo que ha permitido que tengan una buena recepción y que varias personas se sientan identificadas con ellas", sostuvo María Geraldine Aguirre, directora de Machi y secretaria del Primer Juzgado de Letras de Coronel. 

Así, las tres agrupaciones comenzaron a trabajar a fines de 2015. "Para el Observatorio, uno de sus metas es que se reconozca legalmente la existencia la violencia obstétrica como fenómeno, porque ellos representan casos y están educando en la eliminación de este tipo de prácticas". 

Por esto, dentro del Poder Judicial comenzaron a realizar la difusión de estos conceptos, y también hacia el público, para explicar conceptos como violencia obstétrica y parto respetado. 

"Es fácil plantear este tema, porque son situaciones que se viven en pareja, independientemente de que son las mujeres las que paren, entonces no es algo desconocido para los hombres. Ellos han visto situaciones de violencia, y que también los violentan, entonces cuando saben que esto tiene un nombre, ahí lo reconocen. Y aquí no se le imputa ninguna culpa a la víctima, como pasa con los delitos sexuales, por ejemplo, en que se culpa a la mujer si anda con falda, pero acá es difícil justificar el maltrato a una mujer que está vulnerable, con dolores, no sabe qué va a pasar con su hijo, entonces es fácil empatizar con ella", dijo Aguirre, quien agregó que produce rechazo un equipo médico que incurra en este tipo de prácticas. 

Susan Sepúlveda, jueza de Familia de Los Ángeles e integrante de la comisión de Derechos Humanos y Género de la Asociación Nacional de Magistrados, explicó que de a poco las personas van reconociendo de qué se trata la violencia obstétrica, y se reconocen como víctimas. "La gente dice: a mí me pasó, y pensé que estaba bien, porque lo había dicho el doctor, entonces por ahí empieza el trabajo que estamos haciendo". 

En cuanto al tema legal, el objetivo apunta a poder sancionar la violencia obstétrica desde la legislación que existe. "Por ejemplo, si una conducta que es violencia obstétrica es además un ilícito civil, que se accione por esa vía. O si una intervención médica o quirúrgica que no estaba recomendada tiene consecuencias negativas, puede ser un delito de lesiones en contra del equipo médico, pero para llegar a esto, tenemos que educar a las víctimas, para que sepan que esto no está bien: a los abogados que patrocinen estos casos, y que el tribunal tenga la sensibilidad y empatía de entenderlo de esta manera", dijo Sepúlveda. 

De hecho, ambas juezas citaron un fallo del 9° Juzgado Civil de Santiago, que condenó al Fisco a pagar una indemnización de $25 millones por los daños físicos y sicológicos que sufrió una mujer al dar a luz a su hijo en el Hospital de la Fach en Santiago, en enero de este año. 

Gonzalo Leiva, matrón y presidente del directorio del Observatorio de Violencia Obstétrica, explicó que muchos de los derechos que están siendo vulnerados en las maternidades están resguardados por la legislación actual, como la ley de Discriminación, la ley de derechos y deberes del paciente e incluso la ley del consumidor, "y por eso estamos educando a la gente en esto, porque no saben cuáles son sus derechos de atención en salud. Hay que entender que hay cosas que no son normales que ocurran y que deben ser denunciadas". 
 

 

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