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Saenger: es contradictoria la posición de Chile frente a la paz colombiana

El profesional le restó validez al proceso por la escasa adhesión y las regalías para las Farc que él implica como reducción y perdón de penas y beneficios económicos, lo que contrasta con la posición chilena de persecución de los delitos de lesa humanidad sin amnistía.

Por: Diario Concepción 09 de Octubre 2016
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El profesional le restó validez al proceso por la escasa adhesión y las regalías para las Farc que él implica como reducción y perdón de penas y beneficios económicos, lo que contrasta con la posición chilena de persecución de los delitos de lesa humanidad sin amnistía.

 

Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl

De haber estado del lado de los votantes, Fernando Saenger se habría abstenido de sufragar en el plebiscito sobre el fin del conflicto colombiano con las Farc. Y habría preferido hacerlo, no porque no valore la paz, sino porque para el abogado, ésta no puede conseguirse por medio de extorsión.

Como integrante de la Federación Interamericana de Abogados (FIA), Saenger participa del observatorio electoral que impulsa FIA y OEA para custodiar que procesos eleccionarios gocen de legitimidad técnica. En este contexto es que el profesional, tradicionalmente asociado al caso Matute, fue testigo presencial de todo el periplo que llevó a Juan Manuel Santos a hacerse del Nobel de la Paz, aun cuando un mayoritario No en las mesas escrutadas dejó en evidencia que los vítores al gobernante habían sido anticipados.

Al interior de los locales, dice el abogado, fue un proceso claro y desarrollado correctamente, sin violencia, ni vicios técnicos, lo que, sin embargo, no lo hace del todo legítimo.

Cuestiona que el convenio firmado y contenido en 294 páginas se haya reducido a una sola pregunta, muy general, y que en el acto democrático haya participado sólo un tercio del cuerpo electoral colombiano, lo que, argumenta, le resta validez.

Paseando por el mercado de Bogotá y conversando con los ciudadanos de a pie, el abogado constató desde el relato de los propios colombianos la desconfianza que hizo que el publicitado "Sí a la paz" no resultara y pusiera en jaque las negociaciones de cuatro años. 

"En este convenio se les da innumerables beneficios a las Farc, se les asigna 10 puestos en el congreso, lo que es un atentado al sistema republicano… Se les brinda beneficios económicos, sueldos, hay amnistías, prescripción de delitos, rebajas de penas, justicia transicional a través de tribunales especiales, etc., todo lo que es mirado con desconfianza desde la población".

– Desde la experiencia jurídica, ¿cómo valora usted el haber estado allí como observador?

– Ha sido una experiencia espectacular. Acá se sufragaba algo absolutamente inédito: se votaba está usted de acuerdo con la paz estable y duradera, en una pregunta vaga, general, muy abstracta, pero que contenía 264 páginas, lo que va en contra de toda la lógica de los plebiscitos que ordena que cada pregunta de ser separada, específica, muy objetiva y clara. Fue muy importante haber vivido esto, haber estado allí de cuerpo presente.

– ¿Qué opina del Nobel de la paz a Santos, en que es evidente que la decisión se tomó en días previos al plebiscito?

– No pongo en duda el esfuerzo de Santos de tratar de lograr la paz a cualquier costo, él quiere pasar a la posteridad y quería ganar el Nobel, porque se planificó que ganaba el sí. 

Él se jugó para ser un líder de la paz a futuro. Esto lo viene a consagrar. Donde estoy en desacuerdo es en las condiciones y los favores que le dio a esta gente ultra; pero que él quiso lograr la paz de buena fe y que estaba todo preparado en Suecia no me cabe la menor duda.

– La gente de las Farc celebra esto y asegura que van a seguir trabajando por la paz…

– Mucha gente allá no cree en el arrepentimiento de ellos, no cree en un cambio de posición, estima que es imposible. Es que los antecedentes son muchos los integrantes de las Farc han vivido en la selva vendiendo drogas, no han entregado sus patrimonios, que tienen mucha plata… Muchos de los secuestrados estuvieron en jaulas, engrillados, Ingrid Betancourt estuvo seis años con su colega Clara López, un general estuvo doce años… La recolección de niños para ir a la lucha es una muestra de que la Convención del Niño se la echan al bolsillo. Hay toda una situación totalmente dudosa.

– Y usted ¿cree que vaya a haber un recrudecimiento de la violencia?

– Es difícil. No quiero ser un pitoniso, pero podría haber grupos descolgados que quieran seguir la lucha, todo es posible. 

Chile/ Colombia

– ¿Cómo ve que el Gobierno chileno haya participado?

– Era una especie de garante, junto con Noruega y Venezuela, eso es un simbolismo, pero la señora Bachelet no tuvo nada que ver con esto tampoco, fue nada más por la paz.

– Si comparamos la realidad colombiana con la chilena, acá también hubo crímenes de lesa humanidad y las personas siguen buscando justicia. De amnistiar a los agentes de las Farc, ¿eso no es contra del proceso de justicia para las víctimas?

– Por supuesto. La gente no va a quedar satisfecha, a quien le mataron a su mamá su hijo, su hermano. Hay alrededor de 230 mil personas muertas, alrededor de 35 mil personas secuestradas, un número de desaparecidos que llega a cerca de cien mil y como seis millones de desplazados, o sea, es genocidio. Uno de los líderes mas grandes fue Tirofijo, Marulanda, que lo llamaban así porque mataba indios en la selva. Ese es otro punto que no convence a la gente.

– Pero ¿no es contradictorio por su propia historia personal que vivió la violencia a los DD.HH que esté respaldando un convenio en que se daba un perdonazo a las Farc?

– Claro, estuvo torturada con su padre… Para mí hay una contradicción total. En Chile se exige justicia hasta lo último, hay tipos que están presos creo con Alzheimer, de noventa años. Acá se exige justicia como sea y acaba de acoger un recurso de revisión la Corte Suprema hace unos días, con lo cual se deja sin efecto el consejo de guerra que condenó al general Bachelet y a varios señores más… Entonces claro que es una contradicción, porque si tenemos una lógica de los Derechos Humanos en que no hay prescripción, no hay amnistía, no hay nada y ni siquiera libertad condicional, hay una contradicción desde el punto de vista lógico y jurídico. 

– Si usted hubiera tenido que votar, ¿habría optado por el sí o el no a la paz?

– Probablemente me hubiera abstenido, porque no estoy dispuesto a una paz hecha sobre la base de una extorsión en que los delincuentes, los secuestradores, los genocidas dicen que van a parar si se cumplen ciertas condiciones.
 

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