El Instituto Triagrama y la Fundación Ciencias para la Cannabis explican que toda persona tiene derecho a cultivar, siempre y cuando no distribuya ni cause daño a terceros.
El Instituto Triagrama y la Fundación Ciencias para la Cannabis explican que toda persona tiene derecho a cultivar, siempre y cuando no distribuya ni cause daño a terceros.
Ximena Valenzuela Cifuentes
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl
Un nuevo paso para legalizar el consumo de marihuana con fines recreacionales y medicinales dio la comisión de Salud de la Cámara de Diputados al rechazar a prohibición, propuesta por los PPD, Daniel Farcas y Miguel Ángel Alvarado, que buscaba prohibir el autocultivo.
"Ahora quedaría garantizado el autocultivo con lo que logramos aprobar", dijo el DC, Víctor Torres, presidente de la comisión.
El rechazo a la iniciativa, que pretendía que sólo los cultivos de cannabis autorizados por el SAG fueran considerados legales, abrió un debate en la Región sobre los derechos individuales, peligros y consecuencias que podría tener dicha práctica, especialmente, en menores de edad que, actualmente, según el Senda se inician en el consumo a los 12 años.
De hecho, el presidente del Colegio Médico, Juan Enríquez, afirmó que como gremio rechazan toda posibilidad de cultivo de cannabis para fines recreativos porque, especialmente, en adolescentes se generaría un daño neuronal con su uso.
"Estamos porque se use en forma médica, pero que cuente con un registro del ISP y que los medicamentos sean fabricados por un laboratorio reconocido y bajo receta médica. En ese caso estamos totalmente de acuerdo, pero de ninguna manera el autocultivo para uso recreacional, aunque sea una plantita", aseveró.
Gabriela Torres, psicóloga del Instituto Triagrama, que colabora con Poder Ciudadano Cannabis, indicó que de las 81 indicaciones que se deben analizar para el proyecto de Ley sólo se vieron tres: la que despenaliza el expendio de marihuana medicinal, el autocultivo para consumo privado y otra que determina que quien sea sorprendido con marihuana debe demostrar que su consumo será próximo en el tiempo.
Lo que viene
Ahora bien, según explicó Torres, existen 78 más que debe ser analizadas, pues algunas pueden ser más restrictivas de lo que se propuso en el proyecto original que establecía que el Estado no podía intervenir en la autonomía de las personas y, por lo tanto, no traían indicaciones de número de plantas, respetando el autocultivo, siempre y cuando no fuera para venta.
"Pero dentro de las indicaciones que pusieron hay algunas que hablan de seis, dos o tres plantas, una planta y otras de permisos para cultivar. Hay algunas que serían prohibicionistas que dejarían la Ley 20.000 peor de lo que está actualmente. Por lo tanto, la celebración que la gente está haciendo es errada porque aún no está consagrado ese derecho", dijo y agregó que con tanto ítem su agrupación prefiere que se rechace la modificación a la Ley 20.000.
Agregó que la Corte Suprema ya dio una correcta interpretación a la norma cuando dice que está consagrado el derecho para cultivar para uso propio, incluso, los fallos no establecen número de plantas, sino que uno establezca que es para uso personal y que no está causando daño a terceros a través de la distribución. "Es un derecho que siempre estuvo, pero que estaba mal interpretado (..) Ya la presencia de plantas no genera una investigación".
José Sepúlveda, director ejecutivo de la Fundación Ciencias para la Cannabis, detalló que el marco normativo que está operando hace que la cannabis medicinal sea completamente legal, pues está definido como producirla y comercializarla, con su marco normativo completo que desde diciembre estarán en lista dos, similar a la morfina. "Que no esté implementado es otro tema", dijo el bioquímico.
Ahora bien, en materia de autoabastecimiento también es lícito el marco legal existente porque la Ley 20.000 dice en su artículo 8 que está exento de penalidad toda persona que la use para consumo personal y próximo en el tiempo.
"Si yo tengo uvas en la casa y hago chicha para mi consumo personal al Estado no le compete involucrarse porque es para mi consumo y no pondré en riesgo a la población, ahora si la vendo debería tener permisos y autorizaciones y si daño a alguien el Estado debería involucrarse (…) lo mismo pasa con la cannabis para uso propio. Ahora, si voy a hacer un cultivo colectivo o como el de Daya sí debería tener los permisos".
Afirmó que falta discutir los criterios que evidencien consumo y tráfico. "Para el caso de la marihuana, si hay papelillos, pipa o vaporizador y, en el caso de tráfico si hay dinero o sustancia dosificada. Nosotros hacemos peritajes, por ejemplo, en caso que exista un fiscal mucho más persecutor que tome la balanza de cocina y la incluya como evidencia de tráfico, nuestro trabajo es demostrar cuando es sólo para consumo. La interpretación a la Ley es importante para que no siga existiendo criminalización por este tema".
Ahora bien, más allá de la discusión, la decisión de consumir marihuana u otra droga ilícita queda en manos de cada uno.
Cifras y riesgos
Byron Martínez, director de Senda, afirmó que como organismo siempre buscarán la reducción de consumo y abuso de sustancias ilícitas o lícitas, por ejemplo, la droga más consumida en Chile es el alcohol, pero se le suman tabaco, benzodiacepinas y otros.
"El consumo de cannabis en adolescentes se triplicó entre 2010 y 2014; en 2009 el consumo fue de 11% y el 2013 de 25%. Nuestro estudio de población general nos dice que hay 500 mil nuevos consumidores en el país y que a nivel regional el 8% consume marihuana. Muchos lo hacen sin saber que a un 1% de los consumidores puede sufrir episodios psicóticos y sin saber que provoca daño cerebral, particularmente, en adolescentes que han sido estudiados por la Universidad Católica, que demuestran que genera menor concentración y rendimiento escolar", dijo.
En 2016 Senda registró entre jóvenes infractores de Ley que el 57% en tratamiento por consumo excesivo de pasta base y 17% en marihuana; en tanto, en la población general 53% por marihuana y 2% por pasta base.