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Ricardo Capponi: "Es aberrante, deshumanizador y echa a perder la sexualidad"

El especialista, creador del programa de afectividad y sexualidad, Cesi, explica que la educación en este campo será clave, por ejemplo, para en el futuro manejar los impulsos e incluso la agresividad.

Por: Diario Concepción 01 de Octubre 2016
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El especialista, creador del programa de afectividad y sexualidad, Cesi, explica que la educación en este campo será clave, por ejemplo, para en el futuro manejar los impulsos e incluso la agresividad.

 

Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl

"Plantear que no importa la edad de inicio de la sexualidad es un disparate desde el punto de vista del desarrollo psicosexual de un adolescente. Hacer una apología sobre la masturbación, la verdad es que no corresponde, aunque forma parte del desarrollo normal y sano de una persona… Plantear que basta que uno tenga un cierto interés en una persona, una cierta confianza o que le guste para tener relaciones sexuales, es una trivialización de lo que es el encuentro sexual", dice Ricardo Capponi.

El psiquiatra penquista ha sido uno de los principales detractores del manual sobre educación sexual impulsado por el municipio de Santiago, al punto de catalogarlo como un instrumento deshumanizador y distorsionado.

Capponi argumenta que la sexualidad debe ser abordada desde la afectividad, por cuanto enfrentarse a ella sólo estrictamente desde lo "biológico hace que pierda calidad a futuro. La persona que centra su sexualidad en la descarga o la ve sólo como algo sensorial va perdiendo poco a poco el deseo y el placer, de hecho, hoy día hay estadísticas muy reveladoras, como en Japón en que los jóvenes han ido perdiendo el interés por la sexualidad (una encuesta reciente a personas de entre 18 y 34 años reveló que el 42% de quienes no se han casado se declaran vírgenes). Una persona que no cultiva la sexualidad ligada al afecto va a ser un mal amante y nosotros queremos que nuestros hijos tengan una buena sexualidad en la adultez".

– ¿Puede ser concebida sólo como exploración?

– Es que no hay esa separación, la exploración de la sexualidad se hace con afectividad, que son las emociones, de angustia, de placer, de alegría.

– Pero los adolescentes están iniciando su vida sexual incluso a los 12 años …

– No todos los chicos, eso no es el promedio.

– El promedio nacional es 14 años…

– Sí, es de 14 o 15 años, pero aunque fuera así quiere decir que hay una muy mala educación sexual y eso tiene que ver con que el Ministerio no ha abierto los espacios necesarios con conciencia y con la exigencia debida a que implanten los buenos programas de educación que tenemos en el país. De hecho, hoy día esa exigencia prácticamente se retiró y ése es el problema.

– Todo lo que estamos viviendo hoy es una muestra de nuestra escasa educación sexual, porque todavía nos escandalizamos de hablar de sexo…

– Exactamente, es una muestra de esta mala educación sexual. 

– ¿Qué pasa cuando un parlamentario aparece diciendo que el sexo anal no es sexo?

– Ossandón no sabe de sexualidad y es lo que pasa con estos temas, que finalmente los empiezan a transformar en una especie de ideología, donde van representando los políticos el tema. Ossandón no sabe de sexualidad, Carolina Tohá tampoco y, por lo tanto, lo que dice no es con conocimiento. El sexo anal es y forma parte de la riqueza de la sexualidad de las personas. El punto es cómo lo enfrentamos.

– Un tema importante parece ser el manejo del impulso sexual…

– Es muy importante porque va aparejado a un buen manejo del impulso agresivo y del impulso adictivo, de lo cual depende mucho la salud mental de las personas. 

– Usted dice que hay mejores formas de educar que este manual, pero sacarlo de circulación ¿no sería considerado como censura y podría generar una reacción adversa sobre que otra vez no se puede hablar de sexo?

– Eso es una mala interpretación. Lo que pasa es que estos temas tienden a polarizarse, aparece un planteamiento que es distorsionado y si viene alguien y dice que hay un planteamiento mejor, lo tratan de pacato, cura, religioso y todo lo demás. Los temas complejos tienen respuestas complejas y tenemos que tener más lucidez para poder valorar realmente cuando un planteamiento es distorsionado o cuando es crecedor, este es aberrante, deshumanizador y echa a perder la calidad de la sexualidad en el sentido de ser buenos amantes. Esto no tiene nada que ver con la represión que por siglos dominó desde la Iglesia Católica, pero tampoco podemos caer en una mirada simple de la sexualidad.

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