Jessica Flores y Robert Contreras concordaron en que hay problemas de gestión, pero discreparon en lo que se debe hacer con las subvenciones.
Jessica Flores y Robert Contreras concordaron en que hay problemas de gestión, pero discreparon en lo que se debe hacer con las subvenciones.
Carolina Abello Ross
carolina.abello@diarioconcepcion.cl
Ni Jessica Flores ni Robert Contreras, ex directores regionales de Sename, se mostraron sorprendidos por el contenido del Informe Nacional de Visitas a Hogares y Residencias de Protección Red Sename y Privados, que reveló la precaria realidad de las residencias dependientes de la institución y subvencionadas.
El documento, elaborado durante el primer semestre de este año, tras visitas a terreno de los jueces de Familia, da cuenta de las deficiencias en estos recintos, como escasez de personal, sobrepoblación, maltrato a los niños, entre otras irregularidades.
Para Robert Contreras, abogado y director de la institución entre septiembre de 2013 y marzo de 2014, la situación de Sename y los centros de protección "es una problemática que debe ser abordada estructuralmente y de manera interdisciplinaria donde el poder Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo, deben promover acciones que vayan en el rescate de los más vulnerables de nuestra sociedad, como son los niños institucionalizados en Sename".
Agregó que el seguir manteniendo las mismas políticas públicas que vienen de décadas, "sólo profundiza el deterioro de la situación de los niños, niñas y adolescentes ya sea en la residencias propias de Sename o en las instituciones colaboradoras e nuestra región, ya que los recursos destinados tanto desde el punto de vista económico, como el recurso humano no son suficientes para abordar temáticas cada día más complejas, como la vulneración de derechos, el consumo de drogas entre otros, ya que claramente la realidad superó a la norma, así como los protocolos establecidos y supervisión ante el aumento de casos que deben ser conocidos por el sistema proteccional. Protocolos los cuales se deben perfeccionar y actualizar, aplicando criterios técnicos de manera que se cumpla el fin y el objeto de la protección".
¿Y las subvenciones?
Jessica Flores dirigió el servicio durante el gobierno de Sebastián Piñera. El mes pasado declaró ante el fiscal Marcos Emilfork, quien investiga las muertes de menores dentro del servicio en los últimos 10 años, tras las denuncias realizadas por el diputado René Saffirio, y de conocerse el fallecimiento de varios niños en las residencias de Sename.
Para Flores, el problema está en que hay funcionarios de Sename que trabajan en los organismos colaboradores de la institución, es decir, diversas instituciones y fundaciones que reciben subvenciones del Sename por tener a estos niños, y viceversa. "Entonces cuando el Sename fiscaliza, en realidad no lo hace, porque los profesionales a cargo de eso ven una futura pega ahí. Y más encima les avisan para que cumplan los requisitos solicitados", dijo Flores.
La ex directora agregó que no está de acuerdo con la iniciativa de aumentar las subvenciones del Estado para los organismos colaboradores, idea que ha reflotado en el debate parlamentario, para que estos hogares puedan funcionar en mejores condiciones, "porque eso es un insulto. Hoy en día la subvención alcanza para mantener un niño, pero lo que pasa es que los organismos colaboradores se quedan con la plata y gastan lo mínimo. Entonces cuando un hogar gasta lo mínimo, hay suciedad, hay malos profesionales contratados, los profesionales rotan porque les pagan 400 lucas a un sicólogo, entonces va hasta que le sale una pega mejor".
Flores ejemplificó sus dichos con el caso del hogar María Reina de los Apóstoles, perteneciente a María Ayuda, ubicado en San Pedro de la Paz, uno de los centros que resultó peor evaluado en el informe.
Ese recinto estuvo a punto de ser cerrado por ella en 2011, luego de que siete niñas, entre 12 y 16 años, se lo tomaran, denuncian do irregularidades en el hogar como literas en mal estado y falta de vestuario, además reclaman no tener dinero para trasladarse a sus lugares de estudio.
"Pero cuando uno tiene profesionales dentro de Sename que fiscalizan y no encuentran detalles porque tienen lazos con una institución, no pasa nada, entonces yo al final no lo cerré, porque recibí diversas presiones para no hacerlo", dijo la ex directora.
Robert Contreras no compartió el criterio de Flores, ya que aseguró que "desde el punto de vista de vista contable y bajo la supervisión de Sename, creo que no existe antecedentes de malos manejos financieros. Quizás el reproche sería la falta de inversión en mejorar las condiciones de los niños en las residencias y obtener el personal idóneo para su cuidado".