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Noches de urgencia: ¿Colapso o mal uso del sistema público de salud?

Más de 450 personas atiende al día la unidad de emergencia del lugar, de los cuales un gran porcentaje lo hace por dolencias leves. Sumado al déficit de box de atención y camas, aquello repercute en largas esperas de los pacientes y estrés en el personal. Un tema que se agudiza en periodo de invierno y que pone sobre la mesa la necesidad de un nuevo recinto asistencial para una provincia que no para de crecer.

Por: Diario Concepción 31 de Julio 2016
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Más de 450 personas atiende al día la unidad de emergencia del lugar, de los cuales un gran porcentaje lo hace por dolencias leves. Sumado al déficit de box de atención y camas, aquello repercute en largas esperas de los pacientes y estrés en el personal. Un tema que se agudiza en periodo de invierno y que pone sobre la mesa la necesidad de un nuevo recinto asistencial para una provincia que no para de crecer. 
 

 

Samuel Esparza Muñoz

samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

Es casi la medianoche de un día de semana en el Hospital Regional de Concepción, y traspasando la puerta de la sala de atención de Urgencia Adultos, aparece una mujer. Con evidente dolor, camina como puede al encuentro de sus dos hijos que la esperan afuera. Marisol Vega (50) fue asaltada ese día, sufriendo un golpe en la parte posterior de su cabeza, que le provocó fuertes dolores y mareos que la obligaron a asistir al recinto.

Pero, tras esperar más de dos horas, dice que se va tal como llegó. "Entré y un médico joven me preguntó a qué venía. Le expliqué y luego de examinarme un par de minutos, me recetó Ketorolaco y dijo que podía irme ¡Ni siquiera me tomó una imagen! Si me muero hoy es porque aquí no hicieron su trabajo", balbucea tragando rabia.

Mientras tanto, en la sala de espera, Rosa Oliva (66) lleva poco más de cuatro horas rogando que por los parlantes se escuche su nombre para recibir atención a causa de un agudo dolor de abdomen, que arrastra por días. Su esposo cuenta que fueron primero al Cesfam Víctor Manuel Fernández, pero que ahí les dijeron que si la molestia continuaba, debían ir al hospital. "Mi esposa es valiente y cuesta verla quejándose como ahora. Yo la veo mal, pero qué le vamos a hacer, hay que esperar nomás", se resigna.

Su semblante de preocupación contrasta con la cara de alivio de Rubén Sepúlveda (68), que poco antes sale acompañado de su hermana. Su brazo derecho está hinchado y moreteado, pero él sonríe. "Es que ayer estaba tan lleno que me aburrí de esperar y me fui. Hoy la cosa anda mejor y me atendieron", dice a modo de despedida. Quiere irse rápido para alcanzar la micro a Boca Sur, en cuyo Cesfam le administraron mal una inyección, provocando el daño en su extremidad.

Así de variopinta es una jornada en el hospital más grande del sur de Chile, y que recibe pacientes desde Arauco hasta Santa Juana, incluyendo toda la provincia de Concepción. 

Las extensas esperas, que a veces se traducen en varias horas, constituyen sólo uno de los problemas detectados en los servicios de urgencia de todo el país. Malos tratos de parte del personal médico y técnico, además de deficiencias en la calidad de la atención, que incluso pueden redundar en diagnósticos erróneos con el consiguiente riesgo para la salud de los pacientes, completan un abanico preocupante ¿Cuánto de aquello se vive en el Hospital Clínico Guillermo Grant Benavente?

Diario Concepción recorrió durante varias noches la asistencia pública penquista, conversando con pacientes y funcionarios. Y las conclusiones sorprendieron, desde comprobar que una parte importante de los contratiempos son provocados por el mal uso que los propios pacientes dan al sistema, o que la remodelada Torre del Paciente Crítico – orgullo del actual Gobierno- tiene la misma cantidad de boxes que el edificio antiguo. 

¿Es el momento tal vez de pensar en un nuevo hospital que ayude a sobrellevar la inmensa demanda de esta zona. O, tal vez, en una Posta Central que descongestione un lugar tan saturado? 

Expertos y usuarios tienen sus visiones, aunque coinciden en un punto: se necesita intervenir el sistema antes de que tengamos que lamentar su colapso.

"La Roja" en la urgencia

Según cifras del Servicio de Salud Concepción, prácticamente el 50 por ciento (49,7%) de las atenciones que se brindan en el Hospital Regional podrían ser atendidas en un centro de salud primario. El Capítulo Médico del recinto entrega cifras aún más grandes, estimando en un 70% las consultas que no corresponden a urgencias. 

El número supera por mucho el 35% cifrado por el Ministerio de Salud (Minsal) en 2011 y que provocó que al año siguiente se implementara el Sistema Triage, que selecciona a partir de la necesidad de las personas de recibir tratamiento médico inmediato, "cuando los recursos disponibles son limitados". Esta categorización se utiliza hoy en las urgencias y actúa sobre la base de recolección de signos y síntomas.

De esta manera, cada vez que un paciente llega a una urgencia es "encasillado" en una de las cinco categorías de gravedad y que dispondrá también su tiempo de espera: C1 (riesgo vital); C2; C3; C4 y C5 (ver infografía).

A juicio de especialistas, la presencia en urgencia de pacientes del rango C4 y C5, provoca los atochamientos. Así lo plantea en su evaluación el jefe de la Unidad de Emergencia del Hospital Regional, Alfredo Davanzo.

"Más del 60% de la gente que viene a esta urgencia es categorizada C4 y C5. Ellos no tendrían que estar aquí, los C5 sobre todo son personas que no deberían venir por ningún motivo a esta urgencia. Si esa gente acudiera a la atención primaria, tendríamos una urgencia mejor que muchos servicios privados de Chile", enfatiza.

Davanzo profundiza en el tema. "La gente viene acá porque no le gusta levantarse temprano para pedir horas o porque no confía en su policlínico; le puedo dar 10 razones que expresan los mismos usuarios. Incluso, hay gente que ya se atendió en el consultorio y viene a chequear si su receta es correcta. Es difícil lograr que acepten que un resfrío o una bronquitis no son emergencias; que estamos para algo más complejo que eso".

El médico relata situaciones desconcertantes. "De la cantidad de gente que hay en sala de espera, a veces muchos no son pacientes; hay gente que viene a conversar un rato o a capear el frío. El colmo fue cuando teníamos televisor en red y la gente llegaba para ver novelas y se iba. Ni hablar cuando jugaba Chile, estábamos llenos, terminaba el partido y quedábamos casi vacíos".

Red de salud

La reforma de la Salud en Chile implementada a partir de 2005, planteó entre sus principales objetivos la creación de redes asistenciales con énfasis en la atención primaria (Fuente: Minsal).

La Red Asistencial del Servicio de Salud Concepción (SSC) se constituye de seis hospitales públicos dependientes, más el centro Víctor Manuel Fernández y los establecimientos municipales de atención primaria de las comunas de Concepción, Hualqui, Chiguayante, Lota, Coronel, Florida, Santa Juana y San Pedro de la Paz.

En los últimos años, el Estado incrementó los recursos para atención primaria, con la construcción de consultorios que se adecuaran al nuevo modelo: los Centros de Salud Familiar (Cesfam).

En ellos, el concepto es una atención integral, donde no sólo se da tratamiento y atención médica a la enfermedad como tal, "sino que también se investiga sobre el contexto social y familiar del paciente. Para ello, se trabaja con un equipo multidisciplinario de enfermeras, matronas, dentistas, médicos, nutricionistas y más", explica la directora del Cesfam Candelaria, doctora Jimena Guerrero, quien destaca su afán preventivo. "Incentivamos el autocuidado de la gente, desde vacunarse hasta lo más básico como tratar un resfrío en casa", dice.

Por afluencia de público, en la provincia sobresalen los Cesfam O’Higgins, Pedro de Valdivia, Tucapel, Lorenzo Arenas, Juan Soto Fernández, Santa Sabina, Candelaria y Chiguayante. Con excepción de los dos primeros, todos cuentan con Servicio de Atención Primaria de Urgencias (Sapu). 

Los Sapu resuelven emergencias de baja complejidad y, en situaciones de riesgo vital, brindan la primera atención que estabiliza al paciente para llevarlo a un hospital.

El Cesfam de Candelaria es el único en toda la Región que, además de Sapu, tiene la unidad SAR (Servicio de Urgencia de Alta Resolutividad), que cuenta con tres boxes de atención (categorización, atención y tratamiento respiratorio); tres boxes de procedimientos (reanimación, atención a víctimas); un box de diagnóstico (rayos x), y un kit para exámenes de laboratorio, telemedicina, imagenología osteopulmonar y cuatro camas para observación.

"Tiene el mismo horario de los Sapus; en días hábiles de 17:00 horas a las 8:00 del día siguiente y, los fines de semana y festivos, las 24 horas del día. Actualmente, existe una dotación de 16 personas por turno y se incorporó personal nuevo en la atención de urgencia: enfermera de turno completo, tecnólogo médico para radiografías y más técnicos paramédicos", explica su directora.

Este Sar es el primero de los siete comprometidos por el Gobierno para la jurisdicción del SSC. Los otros estarán en los Cesfam Víctor Manuel Fernández, Tucapel y Chiguayante (todos en construcción), además de Lota Alto, Lagunillas y Boca Sur.

¿La solución?

Para parte de los entendidos, la sub utilización de los Cesfam contribuye de manera abrumadora a la sobrecarga en el Hospital Regional. Ivonne Brevis, enfermera jefe de la Urgencia del recinto, se refiere a la circunstancia. "Es una cuestión de educación en que hemos trabajado mucho. Pero aún es insuficiente para que el público comprenda que los Cesfam están preparados para atender situaciones leves e incluso algunas medianas. La urgencia es para una enfermedad que debe resolverse de forma inmediata o de riesgo vital".

Brevis agrega que, saltarse la atención primaria, es el gatillante de gran parte de los retrasos que se dan en el hospital. "Son pacientes que deberían estar en su consultorio y llegan acá porque creen que la atención será más rápida. Pero en realidad el tiempo que tendrán que esperar será mucho mayor que si fueran a su Sapu más cercano. Y eso hace también que nuestro sistema se recargue, que exista mayor presión del paciente al funcionario y abunden los reclamos, que vienen mayoritariamente de las categorías C4 y C5".

Palabras que refrenda el jefe del servicio. "Partamos de la base que las esperas dependen de cada patología, no se relacionan con el orden de llegada. Y los C4 y C5 pueden esperar mucho tiempo, así que cuando la gente se queja uno explica que si quiere rapidez vaya a la atención primaria", acota.

Davanzo dice que la gente no se acostumbra a que la atención no sea por orden de llegada. "Las personas alegan porque otras entraron antes que ellos, pero esto no es por orden de llegada, sino que de acuerdo a la patología que trae cada cual", recalca.

Desde el servicio primario, ratifican estar listos para absorber la demanda. Es el caso del Cesfam Santa Sabina, donde su directora, Margot Molina, destaca la capacidad resolutiva que poseen. 

"En el Sapu se realiza la primera evaluación y se determina el grado de urgencia. Aquí son atendidos por un equipo de salud compuesto por un médico, un paramédico y una enfermera. Si hay un grado real de urgencia que no podamos resolver, derivamos al Hospital Regional, pero éstos no alcanzan a dos pacientes diarios. Todo se resuelve aquí porque hay un alto grado de preparación y compromiso", asegura.

Juan Manuel Venegas, director del Cesfam Lorenzo Arenas, comparte la idea. "Aquí funciona muy bien el Triage. En general atendemos pacientes C4 y C5, morbilidad; una herida cortopunzante o una quemadura superficial; dolor abdominal y, en invierno, las enfermedades respiratorias en adultos y niños", indica.

Lo propio manifiesta el director del Cesfam Juan Soto Fernández, el psicólogo Arnaldo Casas del Valle, quien enumera las prestaciones. "Este Sapu atiende a la población del centro de Concepción, Costanera y algo del sector de Lorenzo Arenas y San Pedro, que viene por lo expedito de nuestra atención. Estamos en condiciones de atender a cualquier paciente y cuando la complejidad lo requiere, coordinamos con el nivel secundario, osea el hospital. Pero son muy pocos los casos que no podemos manejar en este Sapu", afirma.

Rodrigo Placencia, director del Cesfam Tucapel, también se refiere a la virtudes de su recinto. "Podemos estabilizar cualquier tipo de paciente y si es una urgencia de riesgo vital, damos la primera atención y trasladados al hospital. Destacamos además por nuestro Sapu Dental, para todo aquel que presente una urgencia de este tipo, algo que no existe en el sistema privado. Trabaja un odontólogo y un asistente dental y en un turno largo podemos atender hasta a 60 pacientes", dice.

Visto de esa manera, cuesta entender por qué la población no saca partido a los Sapus que están más cerca de sus hogares y tienen tiempos de espera menores, optando la urgencia hospitalaria. 

La desconfianza en la calidad de atención de estos lugares podría explicarlo, tal como se desprende de la traumática experiencia vivida por Alejandra Muñoz.

"En junio del año pasado, mi hija de 21 años comenzó a sufrir de fuertes dolores de estómago, que se hicieron agudos y le provocaron vómitos constantes. La llevé al Sapu de Lorenzo Arenas, que nos corresponde por ubicación. Ahí el médico le administró Viadil, pero pasaba el tiempo y no había cambios. Después de unas cuatro horas y sin ningún alivio de por medio, él dijo que podíamos irnos porque con lo que le había inyectado ‘andaría bien’, pese a que ella seguía pésimo. Llegamos a la casa y todo empeoró, así es que la llevé al Hospital Regional y como estaba lleno, terminé en el Hospital Clínico del Sur. Apenas entramos, el médico de turno me advirtió que algo andaba mal con mi hija y podía ser un problema hepático. La estabilizó y ordenó una ecotomografía y exámenes de sangre inmediatos. A los 45 minutos teníamos el diagnóstico: una pancreatitis fulminante. Horas después le hicieron el procedimiento para salvar su vida".

Alejandra reconoce que aquello significó un golpe demasiado grande. "Antes de eso yo confiaba plenamente en mi Cesfam, pero después de eso nunca más. Si me hubiese quedado con su diagnóstico, hoy mi hija estaría muerta y nadie se hubiese hecho cargo. Lo comprobé hace unos días, cuando la llevé nuevamente al Cesfam por un malestar estomacal. Por esas cosas de la vida, estaba de turno el mismo médico y le conté todo, con exámenes en mano. Pero él, lejos de conmoverse o disculparse, me dijo, ‘ah, es que las pancreatitis son difíciles de determinar’ ¿Podré volver a confiar?", se pregunta.

Claudio Benavides es el presidente del Capítulo Médico del Hospital Clínico Guillermo Grant Benavente y, en su calidad, entrega antecedentes decidores en este aspecto. "La gente viene acá porque en otros niveles de atención no les solucionan su dificultad. Un tema súper repetitivo en el área de cirugía son las curaciones de heridas crónicas, úlceras venosas que las personas llevan por años. Pasa que van al consultorio, le hacen curaciones, pero no tienen acceso a la evaluación constante de un cirujano vascular o especialista en pie diabético. Ni hablar de los tiempos de espera de interconsultas, que en ciertas áreas son gigantescos. Yo hago policlínico de cirugía de colon y hay interconsultas que tienen 14 meses de espera", afirma.

Fallas de coordinación

A la dirección del Servicio de Salud Concepción (SSC) le atañe la organización y planificación de la red de salud, de acuerdo a las políticas del Ministerio. 

A juicio de Benavides, en este nivel también se producirían fallas que alteran el normal funcionamiento de la Urgencia del hospital. "Se echa de menos una visión de cómo funciona la red que, a mi parecer, tiene muchas imperfecciones que repercuten en nuestro trabajo", observa. 

"Hay situaciones tan extrañas -continúa Benavides- como que en el Hospital de Coronel exista un cirujano de turno, pero no un anestesista. Aparte de algunas suturas con anestesia local, ese cirujano no podrá operar una apendicitis o una vesícula, y el paciente terminará derivado acá. O, a veces, están el cirujano y el anestesista, pero se requiere un examen básico, una ecografía, para confirmar diagnósticos, y no hay. Así volvemos a lo mismo, la persona debe trasladarse a este recinto que está a kilómetros, con la consiguiente demora y gasto de recursos, desde la ambulancia hacia arriba. Y para el hospital significa un impacto enorme en su gestión porque yo, que soy cirujano digestivo y debo operar un cáncer de colon por ejemplo, no puedo hacerlo porque la cama está ocupada por el paciente de la apendicitis. Se crea un círculo vicioso y todo lo que se necesitaba era tener un ecógrafo allá".

Según Benavides, se convive con una falta de iniciativa de las autoridades. "Esos hospitales deberían resolver situaciones menos complejas. Falta mejorar la gestión y utilizar bien los recursos por parte del SSC. Seamos proactivos, estamos en la era digital, donde ya no necesitas al radiólogo para hacer una ecografía, sino alguien que sepa mover el transductor, tomar la imagen, grabarla y enviarla a un especialista que la interprete. Si hoy, podemos hasta mandar un electrocardiograma por celular. Tengo entendido que en Coronel hay un scanner ¿No hay radiólogo? Pero habrán tecnólogos médicos que pueden capacitarse, es su trabajo. Se deben buscar ideas para aliviar la urgencia de este hospital", advierte.

Críticas a la torre

Luego de cinco años funcionando en distintos sectores del Hospital Regional -tras resultar afectada por el terremoto de 2010- en el segundo semestre de 2008 se reinauguró la Torre del Paciente Crítico, hasta donde se trasladaron los servicios de urgencia, además de la UCI Adultos y la Unidad Coronaria, entre otros. Noticia que fue celebrada, pues se pasaba a contar con un lugar "presentable" para la atención.

Si bien reconoce que se mejoró en comparación a las antiguas dependencias, el presidente del Capítulo Médico la cataloga como insuficiente. "Desde el punto de vista técnico, nuestra atención es de excelencia. Pero desde el trato al usuario y viceversa, creo que tenemos serias deficiencias que tocan la dignidad de los pacientes. Y eso, básicamente, está dado por la falta de espacios, que fue un tema que no se proyectó cuando reinauguraron este edificio. En opinión mía y de muchos colegas, esta urgencia nació chica", sentencia.

Benavides revela un dato decidor. "Parece un contrasentido, pero quedamos con los mismos 12 boxes de Medicina y los nueve de Cirugía en Adultos, no ganamos ni un solo box de atención con este nuevo edificio. Se demoraron más de un año en decidir si botaban esta torre o la reconstruían. Esperamos cinco años y medio para que la arreglaran, y evidentemente no estamos contentos con lo que recibimos", sostiene.

"No es secreto -prosigue- que pese a todo el esfuerzo es habitual tener muchos pacientes hospitalizados en camillas, ya sea en pasillos u otros lugares no habilitados mientras están en tránsito a sus servicios clínicos correspondientes. Tenemos un promedio de 30 a 35 pacientes diarios hospitalizados en camillas y en días de mayor flujo, superan los 80. Por eso digo que necesitábamos mucho más. Quizás como médicos nos faltó ser más exigentes, porque esto no habría sucedido en Santiago, lo aseguro; allá no esperan cinco años y medio por algo tan necesario", puntualiza.

"Ya salimos de las catacumbas"

Lo primero que aclara Alfredo Davanzo, jefe de la Urgencia del Hospital Guillermo Grant Benavente, es la envergadura del servicio que entrega su unidad.

"Esta es la urgencia más grande y compleja de todo el país, la mejor del Sur de Chile y disputando el primer puesto nacional a la Posta Central de Santiago. Es probablemente la más completa de Chile porque, además de especialidades habituales como Cirugía, Medicina o Pediatría, tenemos traumatólogos; neurocirujanos 24-7; radiólogos 24-7; oftalmólogos diurnos y para urgencias; neurólogos 24-7, y hasta psiquiatras en ciertas horas. Eso no lo tiene ninguna urgencia de Chile, lo puedo asegurar. Cuando hice una presentación en Santiago, quedaron asombrados. Pasa que la gente en Concepción no logra valorar lo que tiene".

Davanzo resalta otras especialidades disponibles en la unidad. "Contamos con cirujanos vasculares de llamada, a cualquier hora y 24-7; cardiólogos que están constantemente con nosotros porque los infartos se solucionan acá. Hay gente que llega con un infarto y que antes de cuatro horas está controlado. Eso no existe en otra parte", analiza.

El médico desecha también las versiones que hablan de "colapso" en la urgencia hospitalaria penquista. "Hay días en que estamos repletos, es verdad, pero eso es distinto. Colapso es cuando algo deja de funcionar y esta urgencia en ningún minuto ha dejado de atender".

Es por eso que Davanzo hace un llamado para que los pacientes cuiden el recinto. "Tenemos un lugar que no tiene nada que envidiar a una urgencia privada, pero la gente no cuida, Imagínese que recién inaugurados nos desvalijaron los baños, o se roban los picaportes de las puertas. Esto es de toda la gente, deben sentirse orgullosos de su urgencia. Quizás falta, pero no se compara a lo que teníamos. Vayan a Santiago, conozcan el Hospital Sótero del Río o el San Juan de Dios. Nosotros ya salimos de las catabumbas", enfatiza.
 

 

Nuevo hospital para Concepción: urgencia C1

Según el Censo de 2012, la Región del Bío Bío aumentó su población en un 5,7%, alcanzando a 1.965.199 habitantes, constituyéndose de esa manera como la segunda más poblada de Chile después de la Metropolitana. De esa cantidad, un número de 967.757 habitantes pertenecen a la provincia de Concepción (Fuente: INE).

Considerando que además de Concepción, hasta el Hospital Clínico Guillermo Grant Benavente llegan habitualmente pacientes de Arauco y hasta de otras provincias y regiones, la población que cubre el recinto supera fácilmente el millón de personas.

De ellas, un grupo importante tiene a la Unidad de Emergencia como instancia para atender sus situaciones más conflictivas de salud, provocando habituales casos de sobredemanda.

A lo largo de estas páginas, se han identificado algunas causas de la mencionada situación: baja utilización de los Sapu, hecho ocasionado por desconocimiento y comodidad, y también por la desconfianza que se tiene de la calidad de servicio de estos recintos. 

Ligado a lo anterior, aparece el mal empleo de las urgencia hospitalaria por los pacientes clasificados en las categorías más bajas de gravedad (C4 y C5), que atenta contra una mejor atención para los casos de mayor riesgo. 

Sin embargo, también habría responsabilidad de las autoridades. Primero, con una mala coordinación de la red de salud, que impide que hospitales de baja complejidad tengan una resolutividad adecuada, lo que provoca que la gente termine de todas maneras en el Hospital Regional. Y además, con una inadecuada utilización de los recursos disponibles.

Finalmente, está el tema de los espacios, pues aún contando con una Torre del Paciente Crítico inaugurada recién en 2015, ésta sigue siendo insuficiente para el gran flujo de personas que utilizan el sistema y los propios funcionarios, que así suman un factor extra de estrés.

Este último punto es reconocido por el jefe de la Urgencia, Alfredo Davanzo, quien señala como deficiencia principal, la falta de camas. "Esto ya quedó chico, y no es privativo nuestro ya que el último cálculo dice que en Chile faltan alrededor de 3.500 camas. Pero es claro que los pacientes no deberían quedar hospitalizados aquí, y a veces esperan uno, dos, tres y más días en la urgencia. Tener 80 personas donde no hay un lugar adecuado, significa caos, pasillos llenos y todos los pacientes pegados unos con otros. Estamos concebidos para atender ambulatorios, llegar a un diagnóstico, proponer un tratamiento y de ahí decidir si el paciente queda hospitalizado, se va a los servicios, o regresa a su casa", expresa.

Con la autoridad que le entregan más de 26 años de trabajo en urgencia, Davanzo se da a la tarea de proponer soluciones. "Hay varias, la larga es hacer otro hospital, Concepción lo merece hace rato, aunque eso serían cinco años más de espera. En el intertanto, sería una excelente alternativa implementar una Posta Central. Aquí en frente tenemos el edificio del ex Hospital Traumatológico. Se calcula que con una inversión de $5.500 millones se le puede agregar otro piso y en dos años tendríamos lista la posta, con un paso sobre nivel que nos conecte. Comparado con los $30 mil millones que costó esta torre, es nada", sostiene.

Sobre la ventaja que ofrecería un recinto de este tipo, Davanzo asegura que sería un impulso notable para la descongestión del hospital. "La gracia de una posta central no es que sea una urgencia grande, sino más resolutiva. Tiene su equipo propio de personal diurno, si llega un paciente que debe ser operado, se opera ahí y luego va a su casa o a otro hospital. Las urgencias no se conciben con camas, pero la posta central sí, por lo que resolveríamos el tema de toda esa gente que tenemos esperando. Ambos edificios se comunicarían por vía aérea y no habría que duplicar servicios, porque nuestro hospital puede proveer de esterilización, alimentación, lavandería. No parece tan difícil, necesitamos solamente de voluntades".

Al respecto, el jefe del Capítulo Médico cree que es una opción válida, pero no la única. "Trabajo aquí desde 2001 y el crecimiento de Concepción es indudable. Por eso la opción que usted me plantea se puede analizar y es probable que sea necesario. Pero también se puede procurar que comunas como Chiguayante o San Pedro de la Paz tengan sus propios hospitales. Todo es evaluable, lo seguro es que debemos hacer algo para mejorar la condición actual de nuestra urgencia", sentencia.

En relación al tema, el director del SSC, Marcelo Yévenes, enfatiza en el estándar técnico que hoy ostenta la Torre del Paciente Crítico del Hospital GGB. "El nivel es bastante alto, se constituye probablemente en el recinto de mayor complejidad, también de mayor nivel de capacidad de atención, de calidad del equipamiento y, por sobre todo, del personal técnico que posee para sumir su demanda", resalta.

Con todo, la autoridad deja abierta la puerta para un nuevo hospital en la zona. "Esperamos pronto iniciar los estudios de normalización del hospital para definir los requerimientos que podría tener el Gran Concepción en esta materia. Una de las propuestas, es contar con un nuevo recinto hospitalario que permita satisfacer las necesidades de nuestra población. Está dentro de las ideas propuestas del estudio de la red asistencial, contar con un segundo establecimiento que permita diferenciar el carácter regional y de mayor complejidad del Hospital GGB, de aquel rol que es más bien de un hospital de mediana y baja complejidad para el área del servicio, particularmente para el área norte que suma las comunas de Concepción, Chiguayante, Florida y Hualqui".

 

Reforma y la importancia de la red de Salud

La Red de Salud está conformada por todos los establecimientos de salud públicos de las comunas de Concepción, Hualqui, Chiguayante, Lota, Coronel, Florida, Santa Juana y San Pedro de la Paz. Teniendo cada uno sus propias características, aúnan esfuerzos para dar respuesta a las necesidades de los usuarios que se atienden en cada uno de ellos. El Gestor de Red (director del Servicio de Salud) tiene la misión de coordinar el trabajo de cada recinto y el tránsito de las personas en la Red para solucionar sus problemas de salud.

1 – En el Nivel Primario encontramos Cecof (Centros Comunitarios de Salud Familiar), Consultorios, Cesfam (Centros de Salud Familiar), Postas de Salud Rural y Sapu (Servicios de Atención Primaria de Urgencia).

2- En el Nivel Secundario hallamos la Atención de Especialidades funcionando desde noviembre de 2009 en el Centro de Atención Ambulatoria (CAA), ubicado en dependencias del Hospital GuillermoGrant Benavente. También existe atención de algunas especialidades en el Centro de Salud Familiar, Víctor Manuel Fernández.

3- Al Nivel Terciario corresponden las hospitalizaciones o atención cerrada. Acá encontramos los establecimientos hospitalarios en sus diferentes complejidades (Alta y Baja Complejidad), además de recintos privados en convenio.

+ -Respecto a las atenciones de urgencia, se cuenta con un Samu Regional (Servicio de Atención Médica de Urgencia), que coordina los traslados de pacientes críticos de los diferentes establecimientos hospitalarios y, de ser necesario, a nivel nacional para la derivación de aquellos pacientes críticos que la red local no pueda resolver.

 

Marcelo Yévenes, director SS Concepción: “Los SAR deben ayudar a contener la demanda del hospital”

Al momento de abordar la situación del Hospital Regional, el director del Servicio de Salud Concepción, Marcelo Yévenes, resalta la complejidad de su Unidad de Emergencia. “Este recinto es comparable a otros hospitales grandes del país, pues mezcla atención de baja, mediana y alta complejidad en un solo lugar. La atención de aquellos que tienen mayor gravedad se dificulta un poco debido a aquellos que no lo están y que podrían ser atendidos en la atención primaria”.

Según Yévenes, por ello han puesto énfasis en dos áreas relevantes. “La mejora permanente de los servicios de urgencia hospitalarios es una tarea relevante en que hemos estado trabajando, prueba de ello es la Torre del Paciente Crítico. Lo segundoes que adoptamos plenamente la política gubernamental de fortalecer la red de urgencia en atención primaria, más cercana a la población y de mejor calidad de la que tenemos hoy. Por tanto, nuestra expectativa es que con los recintos SAR, podamos hacer unabuena contención para la demanda de nuestro hospital”.

 

Estos son los Cesfam con más afluencia de público en la provincia de Concepción

Sus servicios incluyen a todos los grupos etarios y programas básicos ministeriales: del adulto y adulto mayor, de la mujer, niño y adolescente, odontológico y salud mental. 

 

O´Higgins

Es el más céntrico de los Cesfam de la Administración de Salud Concepción (DAS) y por día atiende un promedio de 590 usuarios mayormente penquistas y otros sectores. No cuenta con Sapu.

Sus servicios incluyen a todos los grupos etarios y programas básicos ministeriales: del adulto y adulto mayor, de la mujer, niño y adolescente, odontológico y salud mental. 

Realiza actividades de promoción, preventivas, curativas y de rehabilitación, y atienden todas las patologías GES con resolución en Atención Primaria. Tiene salas de Cirugía Menor, IRA y ERA.

 

 

Juan Soto Fernández

Ubicado en el corazón de la población Pedro del Río Zañartu, cuenta con un Sapu que beneficia a cerca de 20 mil personas (entre 80 y 120 diarias) en el mismo horario que los otros centros. La espera no excede los 30 minutos según sus datos.

Cuenta con el kit básico de urgencia (desfibrilador, apoyo de ventilación mecánica, sala de procedimiento, etc.). En los días peak de invierno, tres funcionarios apoyan la labor kinésica respiratoria del médico de turno.

Aproximadamente un 10 por ciento de los casos que atienden son derivados al hospital. 

 

 

Candelaria San Pedro

El Cesfam Candelaria posee un Sapu que atiende entre 140 y 300 personas (en días peak), en los mismos horarios de los otros centros y con un promedio de espera de 30 minutos según su categorización.

Este Cesfam sobresale porque es el único de la Región que posee unidad SAR (Servicio de Alta Resolución), que fue implementada en abril y siendo la primera del país que partió funcionando con autorización sanitaria.

Considera tres box de atención y otros tres de procedimientos (procedimiento, reanimación, atención a víctimas), así como un box de diagnóstico (Rayos x).

 

 

Cesfam Santa Sabina

El Cesfam Santa Sabina posee un Sapu desde hace 12 años que atiende a toda la comunidad del sector, así como también Camilo Henríquez y alrededores. Tiene un promedio superior a los 100 pacientes diarios en su horario de 17:00 a 00:00 horas.

Junto a las atenciones de mediana y baja complejidad, este Sapu además presta servicio de kinesiología como complemento en el tratamiento de enfermedades respiratorias cuando el médico lo prescribe. Esta asistencia se extiende por tres horas en la semana (17:00 a 20:00 horas) y seis horas los sábados, domingos y festivos.

 

 

Lorenzo Arenas

Además de la modalidad de atención tipo Cesfam (diurno), cuenta con urgencia primaria (Sapu), de 17:00 a 00:00 horas (semana) y 8:00 a 00:00 horas sábados y festivos, que atiende entre 100 y120 personas diarias, para casos de mediana y baja complejidad.

La unidad está compuesta por un médico, una enfermera universitaria y dos técnicos paramédicos, además de una ambulancia. El tiempo de espera, según la dirección del establecimiento, es de 40 a 50 minutos según categoría.

Por Fonasa tiene una población asignada de 22.500 pacientes.

 

Tucapel

Este Cesfam es otro de los que cuenta con Sapu, que entrega atención médica y es el único que además agrega una urgencia odontológica, además de tratamiento farmacológico inicial. 

El Sapu dental atiende entre 30 y 60 pacientes diarios, mientras que el médico alrededor de 100. El tiempo de espera se estima entre 30 y 45 minutos por paciente. 

En el segundo semestre implementará el Servicio de atención Primaria de Urgencia de alta resolución (SAR), que incluirá salas de observación de hasta seis horas para evitar traslado inmediato al hospital.
 

 

 

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