Ciencia y Sociedad

Olas de calor marinas reunieron a científicos del mundo en la UdeC

Especialistas abordaron diversas aristas en torno al fenómeno en una instancia que también buscó coordinar esfuerzos para conocer mejor y pronosticar los eventos.

Fotografía: Cedida por Geofísica UdeC

Las olas de calor marinas están afectando aceleradamente los procesos físicos en el océano y, así, ecosistemas que son hábitat de miles de especies y muchas de importancia para actividades como pesca y acuicultura que también se ven afectadas.

Es la preocupación fundamental de científicas y científicos de todo el mundo que se reunieron del 9 al 11 de abril en un seminario en la Universidad de Concepción (UdeC). La instancia convocó a expertos en cambio climático, oceanografía y ecología marina, y fue organizada por estamentos como el Grupo de Investigación Interdisciplinaria de Olas de Calor Marinas Costera, el Departamento de Geofísica y el Centro de Investigación Oceanográfica (Copas) de la casa de estudios.

El fenómeno

El término ola de calor marina (OCM) se acuñó después de un evento de calentamiento sin precedentes frente a la costa occidental de Australia en el verano de 2011, que provocó una rápida extinción de los bosques de algas a lo largo de cientos de kilómetros de costa, según señala el artículo “Impactos biológicos de las olas de calor marinas” (2023) que escribió una de las principales expositoras de la reunión: Kathryn Smith, ecóloga marina de la Asociación de Biología Marina del Reino Unido.

Y Neil Holbrook, experto en dinámica oceánica y climática de la Universidad de Tasmania que también estuvo en el seminario, explicó que una OCM se da cuando se está sobre 10% de los máximos valores de temperatura local del océano por 5 días o más. Se producen por olas de calor atmosféricas locales que se generan sobre el océano, sumado a escaso viento y cielos despejados con alta radiación solar. En muchos casos también aportan los efectos de eventos atmosféricos y oceánicos de mayor escala como El Niño.

Tras el evento de 2011 han ocurrido otros más y el Pacífico frente a Chile no ha escapado a los impactos, pues como expuso Kathryn Smith “durante la ola de calor de 2016 hubo dos eventos diferentes de floraciones algales nocivas que provocaron la muerte de un enorme número de peces silvestres, mientras que la mayoría de las industrias de la acuicultura perdió 100 mil toneladas métricas de salmón y trucha del Atlántico, equivalente a 800 millones de dólares, más la pérdida de 4.500 puestos de trabajo y el 15% de la producción anual que se realiza en Chile”.

Este es considerado el mayor evento de mortalidad en piscifactorías a nivel mundial. También se informó la muerte de centenares de ballenas que vararon en las costas del sur chileno.

Los efectos de OCM llegan a la Antártica que “tiene la particularidad de que es un sistema que está aislado, pero a través de teleconexiones, ya sean atmosféricas u oceánicas, estos eventos extremos pueden arribar por la atmósfera o por el océano. Y eso es lo que hemos observado”, contó Andrea Piñones, investigadora del Copas.

Coordinar esfuerzos

Estos fueron algunos de los temas analizados durante el evento cuyo desarrollo contó con el patrocinio del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), cuando además de socializar conocimientos se puso el foco en coordinar esfuerzos para realizar investigaciones conjuntas que permitan saber cómo evolucionarán estos fenómenos para pronosticarlos y tomar medidas oportunas.

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