Este 14 de noviembre cierra la convocatoria para postular como docente de la fundación que nació y trabaja por el reto de acortar las brechas socioeducativas. con una propuesta innovadora de llevar profesionales de diversas áreas a liderar e innovar en aulas de establecimientos vulnerables para que cambien las formas de enseñar y la realidad.
En 2008 nació Enseña Chile (ECh) para aportar transformaciones en las aulas que impulsaran transformaciones a la realidad que perjudica a quienes viven en los contextos más desfavorecidos: la brecha educativa.
Diferencia dada con la calidad de la educación y otros fenómenos vinculados a la vulnerabilidad social, generando rezagos en conocimientos y competencias en varias áreas, lo que limita las oportunidades de formación y desarrollo futuro como el ingreso a carreras universitarias, cronificando las brechas sociales.
Y ECh ha generado varias iniciativas para mejorar el proceso formativo de miles de escolares de comunas desde Tarapacá a Magallanes. Es que ha conectado a 110 comunidades educativas a internet satelital; formado a más de 1.800 directivos, docentes y asistentes de la educación; y llevado a cientos de profesores que innoven los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Y se espera, pero sobre todo necesita, continuar y amplificar el trabajo e impacto de estos 15 años, porque el problema perdura.
“Los desafíos en educación son muchos: una preocupante brecha académica y en lectoescritura, altas tasas de ausentismo y deserción escolar, déficit de profesores, y problemas de salud mental en estudiantes y profesores. El contexto es desafiante y sólo lo lograremos si continuamos potenciando nuestra red y trabajando con diversos actores del sistema educativo”, manifestó Tomás Recart, director ejecutivo y fundador de ECh junto a otros profesionales que se inspiraron tras conocer la experiencia de Teach for America cuando cursaban postgrados en Estados Unidos.
El ejemplo es la propuesta innovadora original y primordial que sustenta el quehacer de ECh: llevar jóvenes profesionales que por dos años trabajan como docentes en colegios de alta vulnerabilidad con la misión de ser líderes que transmitan el liderazgo a sus escolares. El propósito es propiciar procesos de aprendizaje exitosos y el mejor desarrollo integral con habilidades para el futuro, mientras se empapan de esa realidad injusta que aportan y aportarán a cambiar.
Y por la necesidad que sigue patente se busca a formar a la próxima generación de líderes, con una convocatoria abierta hasta el 14 de noviembre a las 23.59 horas y disponible desde este link.
Recart explicó que la propuesta de los profesores de ECh es que, tras culminar su periodo en las aulas, lo hagan con consciencia sobre los problemas y el empoderamiento de poder ser parte de las soluciones para mejorar la calidad de la educación y reducir las inequidades. Y es que llegar a esa meta es urgente y necesita un cambio sistémico que se dará con aportes desde los distintos ámbitos de desenvolvimiento profesional o laboral, aseguró.
Tiene una potente razón. “La necesidad más profunda que detecta y trata de resolver ECh es bajo la manifestación de la mala educación, es el poco entendimiento y poca experiencia que tienen los líderes de Chile con el problema. Y es imposible solucionar lo que no se entiende. Por lo mismo se busca que los futuros líderes del país entiendan el problema de la educación desde el trabajo que implica que todos los estudiantes aprendan al máximo de su capacidad”, manifestó.
Es que para generar cambios hay que hacer las cosas de forma diferente. Por ello en ECh reclutan y forman a egresados de distintas profesiones que luego, desde sus trabajos y posiciones futuras, puedan hacerse cargo y liderar soluciones. Además, los resultados son notables en el presente, porque Recart destacó que han aplicado distintas evaluaciones que comprueban notables avances en niveles de aprendizaje de escolares previo y al final de la enseñanza, siendo la Prueba SEPA de Mide UC una de las más recientes.
“Esta experiencia ha impactado demasiado en mi vida. He crecido como profesional y persona; he aprendido mucho, me he puesto al límite, me ha ayudado a conocerme y a desafiarme y a creer que es posible hacer algo con sentido para la educación desde algún lugar”, manifestó Andrea Alegría, diseñadora industrial que enseña Arte en la Escuela Básica Pedro de Oña.
“El proceso educativo tiene un componente social que no podemos dejar de lado. Creo que ahí está la riqueza de que profesionales de distintas áreas puedan participar en los procesos de aprendizaje de estudiantes, para que también puedan conocer distintas formas de enfrentar las complejidades”, enfatizó Gerardo Urra, ingeniero civil industrial que impartió matemáticas y técnico profesional de administración en el Liceo Particular Los Andes de Boca Sur.
Son dos testimonios entre cientos que hay para abordar la implicancia del quehacer e inspirar a otros.
Estos 15 años han llevado 900 docentes y hay 180 trabajando en aulas del norte al sur; en Biobío se han impactado más de 4 mil escolares, hay 67 profesores egresados y 9 trabajando en colegios de 5 comunas de las provincias de Concepción y Arauco, precisó Tomás Recart. Y expresó que tienen el reto continuo de crecer, de llegar a más establecimientos y comunas de la mano de tener más profesores que impacten.