Ciencia y Sociedad

Investigación Ucsc busca reducir 100% de los residuos de la industria del vino

En el Valle del Itata pone el foco el proyecto que reciclará y valorizará a los sarmientos, aprovechando cualidades para que sea materia prima en producción de pellets de calefacción y extracción de demandados antioxidantes.

Por: Natalia Quiero 21 de Mayo 2023
Fotografía: Daniela Morales Ucsc

El planeta está amenazado por varias crisis socioambientales como contaminación, calentamiento global y cambio climático. Altas emisiones de gases de efecto invernadero que produce la actividad humana e inconmensurables niveles de generación de basura son problemas a la base de los fenómenos.

Y soluciones se pueden hallar en prácticas como reducir, reutilizar y reciclar (productos que se consumen y desechos que se generan). Se conocen como las “3R”, a su promoción en la sociedad se hace especial énfasis en mayo en el marco del Día Mundial del Reciclaje que es cada 17 de mayo y para la ciencia se ha vuelto un tema prioritario para contribuir a los avances de los que Chile no se puede escapar.

Ahí el desafío del proyecto que lidera la doctora Daniela Morales, académica de la Facultad de Ciencias e investigadora del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentable (Cibas) y del Centro de Energía de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), que busca reducir el 100% de los residuos que genera la industria del vino del Valle del Itata (Región de Ñuble) y reciclarlos, mediante la valorización de biomasa que se desecha tras la poda de viñas para usarles como materia prima para obtener antioxidantes y producir pellet de estufa.

Para poner en contexto el valor del proyecto, la doctora Morales explica que en el proceso de producción del vino y para mejorar la producción de uvas se cortan los sarmientos, tallo adulto de la vid donde brotan las hojas y racimos. Esto provoca que en Chile, donde se producen 1.300 millones de litros de vino al año, anualmente se generen 112 mil toneladas de sarmientos. Y en el Valle del Iatata hay un sistema de cerca de 300 productores viñateros y más de 4 mil hectáreas de plantaciones.

Por esto uno de los mayores desafíos de las zonas productoras de vino es proponer alternativas para reutilizar los sarmientos”, afirma.

Es que advierte que “una fracción mínima de estos residuos se trituran y usan como compost para abonar la viña. La mayor proporción de esta biomasa se quema, produciendo muchas veces riesgos de incendios y daños ambientales por las emisiones de gases de efecto invernadero, aportando al cambio climático. Además genera emanaciones de gases tóxicos y compuestos orgánicos volátiles”.

También releva que los sarmientos poseen características como baja humedad que lo hace gran iniciador de fuego o leñosidad que le vuelve buen combustible.

Nuevas soluciones

Ahí aparece la propuesta de aprovechar el potencial de la biomasa; uno que proviene de características que como residuo en el ambiente genera grandes impactos y riesgos.

Al reducir los desechos se pueden solucionar otros asuntos. Uno es la falta de abastecimiento que ha presentado la industria del pellet, en que la investigadora sostiene que “es fundamental diversificar la materia prima para la producción de pellets y asegurar la calefacción con energías limpias y renovables para la población”. Además, destaca que industrias como la farmacéutica, nutracéutica y cosmética demandan compuestos antioxidantes llamados polifenoles que se hallan en las plantas, por lo que se podrían extraer de la vid.

Para ello, la apuesta es valorizar la biomasa en dos etapas y la primera es extraer polifenoles, de lo que estará a cargo Daniela Morales junto a Elizabeth González, directora alterna del proyecto. Luego se valorizará el residuo obtenido tras la extracción a través de la transformación de pellets y en el estudio de ello trabajarán las doctoras Laura Azócar y Fabiola Valdebenito.

De este modo se logra reutilizar y valorizar este desecho de la industria vitivinícola en un 100%”, asegura Morales.

De la idea al impacto

Materializar el proyecto que nació como idea en 2021 ha sido posible con la adjudicación en 2022 de un concurso de la Ucsc para promover la innovación en académicas, además se consolidó una vinculación con la comunidad viñatera del Valle del Itata. Daniela Morales cuenta que también se postuló al Fondef Idea, que otorga recursos públicos, pero aún no se publican los resultados.

Pero, destaca que con el financiamiento que se obtuvo han tenido resultados promisorios y que refuerzan su convicción de ir por el camino correcto con este trabajo con alto potencial de impacto que tiene un plazo de un año de ejecución que termina en octubre próximo. Al respecto, asevera que “validamos la técnica de extracción de polifenoles, logramos separar y aislar dos”.

Por eso, están iniciando el trabajo en la transformación del residuo a pellets.

Además reconoce que “nuestro reto más próximo es probar una aplicación puntual de los polifenoles extraídos y otras posibilidades de utilización del residuo, como por ejemplo su utilización para funcionalizar filtros para potabilización de agua de la industria sanitaria”.

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