Ciencia y Sociedad

Desarrollo científico: hay más confianza y también sesgos que perduran entre los chilenos

En días recientes se conocieron los resultados de la última Encuesta Nacional de Percepción Social de Ciencia y Tecnología, que también se publicó en 2015 y 2019 para evaluar valoración y vínculo de la población con conocimientos y avances. En la actual se desveló una evolución en reconocer los beneficios y también estereotipos de género y brechas en materias temas básicos.

Por: Natalia Quiero 19 de Mayo 2023
Fotografía: Ministerio de Ciencia

Hay confianza en el desarrollo científico y valoración por el uso cotidiano e impacto de aplicaciones tecnológicas, pero también notable presencia de estereotipos de género y sesgos al pensar en materias relativas al quehacer científico y conocimiento básico.

Así está la sociedad chilena; lo reveló la última Encuesta Nacional de Percepción Social de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Es la tercera versión del informe, también se publicó en 2015 y 2019, y sus resultados se dieron a conocer recientemente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI).

El trabajo, cuya más reciente publicación se elaboró desde entrevistas aplicadas en 2022 a 8.344 personas, busca evaluar la imagen de la CTCI y de aplicaciones científico-tecnológicas e interés que hay en el país, además de ahondar en aspectos como consumo de información y prácticas cotidianas asociadas a estas temáticas.

Para el Ministerio de Ciencia uno de los principales valores de esta encuesta es ver cómo nuestra sociedad está valorando el trabajo científico, tecnológico, el conocimiento e innovación. Es muy importante, porque nos interesa de sobremanera que la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación llegue a cada uno de los rincones de nuestro país”, destaca la doctora Sofía Valenzuela, seremi de CTCI para la Macrozona Centro Sur, que abarca desde la Región de O’Higgins a Biobío y tiene su base en Concepción.

Al respecto, enfatiza que el reto e impulso que tienen como cartera ministerial es que “el desarrollo científico que se realiza en Chile tenga impacto directo en la calidad de vida de todos quienes habitan nuestro país y que la evidencia científica sea relevante para la toma de decisiones o desarrollo de políticas públicas”. En efecto, saber cuál es la percepción social de la CTCI es determinante para reconocer las fortalezas y debilidades para que este impacto se materialice y lo haga en todo su potencial en todo ámbito.

De evolución y brechas

¿Cuántos beneficios y cuánto riesgo traerá el desarrollo de ciencia y tecnología en los próximos 20 años? ¿Cuánto ha aportado la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación en el desarrollo de Chile en los últimos dos años? ¿Confiaríamos más en una vacuna hecha en Chile, o menos? ¿Tienen niños y niñas las mismas habilidades para las matemáticas? Esas fueron algunas preguntas que incluyó el estudio que demostró evoluciones para celebrar y brechas para acortar.

Hay varios resultados positivos y lo que se asume como sostén del avance es que predomina el reconocimiento sobre los beneficios de la CTCI y sus aplicaciones.

Porque 74% considera que han sido un aporte al desarrollo de Chile en los últimos dos años; 81% piensa que el desarrollo científico de los próximos 20 años traerá muchos beneficios para el país; para más de 80% de los encuestados el desarrollo científico y tecnológico hace que sus vidas sean más fáciles y cómodas; y casi 48% cree que ayudará a disminuir las desigualdades sociales. Y disminuyeron quienes asocian los avances científico-tecnológicos a mucho riesgo: en 2019 fueron más de 74% y ahora casi 52%.

Otro aspecto relevante es que se evidenció gran valoración del conocimiento ancestral, ya que para sobre 68% de las personas los saberes de los pueblos originarios son un necesario aporte a la sociedad actual.

Además, hay mayor percepción de que las personas chilenas son innovadoras, lo que era casi 9% en 2019 ahora es casi a 32%. El vínculo que se hace entre universidades e innovación igual aumentó.

También es necesario detenerse en lo desfavorable y falencias sobre la valoración y vinculación con la CTCI por parte de la sociedad chilena.

Lo más alarmante está en la brecha de género, específicamente en quienes concuerdan con que las capacidades las determina ser hombre o mujer. “Aún en el 2023 tenemos un 18% de personas que creen que las niñas tienen menos habilidades para las matemáticas que los niños. Sabemos que no es así, pero un porcentaje no menor, 1 de cada 5 personas, piensa que sí”, advierte Sofía Valenzuela. Y más del 27% no está de acuerdo con que las mujeres tienen las mismas posibilidades de convertirse en investigadoras que otros géneros.

Y resalta al sesgo que predomina al pensar qué es ciencia. El concepto de inmediato se atribuye a disciplinas de las ciencias naturales y exactas, pero pocas veces a las áreas sociales, humanidades o arte e incluso a la ingeniería.

En cuanto a la innovación, dice que “las empresas extranjeras son percibidas como más innovadoras que las universidades y empresas de Chile”.

Otro dato llamativo y que plantea un reto social es que la encuesta desveló que mientras más del 78% de las personas encuestadas asiste regularmente a centros comerciales, sólo 17% ha ido a una exhibición o museo de ciencia en el último año.

Ministerio de Ciencia

“Falta articulación para que el conocimiento llegue a las comunas a resolver problemas”

Para la seremi Sofía Valenzuela es claro que, así como hay que alegrarse por los avances, hay varias materias que requieren preocupación y ocupación. Esa certeza es previa a conocerse los hallazgos de la III Encuesta Nacional de Percepción Social de la CTCI, pero que sí llegaron para reforzar compromisos y convicciones en torno a desafíos país, que se deben abordar desde lo nacional y regional, donde incluso se presentan más agudamente.

Visibilizar

Urge eliminar estereotipos y brechas de género, que perjudican a las mujeres y se relacionan con prejuicios y roles promovidos desde la infancia con algo tan simple como juegos. En efecto, hay una menor participación femenina en ciencia, con porcentaje de 30% versus 70% de hombres, que puede variar en distintas disciplinas. “Hay áreas donde hay muy baja participación de científicas y en las universidades faltan mujeres en cargos que son electos como rectores y decanos, donde estamos bastante al debe”, apunta la doctora Valenzuela.

Para avanzar se requiere una transformación sociocultural profunda y como un impulso necesario es que la autoridad cree esencial “visibilizar el rol de científicas y que son tan capaces de realizar investigación y desarrollo”. Algo que debe ir de la mano con políticas públicas e institucionales para la equidad, en que ya se ha ido avanzando desde el Ministerio y universidades.

También afirma que “debemos visibilizar que hay investigación y desarrollo en todas las áreas de conocimiento”, porque “está bastante claro que hay investigación en ámbitos de biología, medicina, bioquímica o ciencias naturales; no tanto en otras áreas como filosofía, educación, ciencias sociales, artes e incluso ingeniería, donde hay mucha investigación en procesos o desarrollo de materiales, etcétera”.

Y releva que “necesitamos demostrar que se realiza innovación en Chile, en universidades y empresas”. Y se refiere a todo el país, si bien también reconoce que “falta que más empresas nacionales se atrevan a innovar”, lo que debe cambiar.

Desde los grandes retos

Fortalecer las debilidades y superar los retos se contextualizan en poder avanzar en dos pilares del quehacer del Ministerio de CTCI con sus Seremías, lo que también llevará a robustecer confianzas y que evidenció el último instrumento aplicado para indagar en la percepción social en torno a la ciencia.

El primero que releva la seremi es la democratización de ciencia y conocimiento, que desde la cartera asumen de para que toda persona pueda acceder de manera oportuna y equitativa a lo que deben ser bienes públicos, para que los entiendan, valoren y utilicen. Así, se desmitifica la ciencia como algo lejano, que sólo está dentro de laboratorios, que es exclusivo para ciertas personas, que tiene nulo impacto favorable para el diario vivir y bienestar de la población general o que está lleno de peligros.

Democratizar es inseparable del desafío país de descentralizar, por lo centralizadas que son la toma de decisiones, inyección de recursos e instalación de capacidades en la capital nacional y en las regionales o grandes urbes. Eso incluye a la masa crítica e infraestructura o fondos para generar CTCI.

Y falencias en esos aspectos construyen sesgos y brechas que alejan a la comunidad de la ciencia y limitan su valoración, comprensión e impacto. Para Sofía Valenzuela esto se cruza por la falta de vinculación entre distintos actores del sistema de CTCI y de este con los territorios para socializar su trabajo. Así, aumentan las distancias entre el conocimiento con la sociedad y se consolidan falsas creencias sobre lo que es ciencia, su utilidad o aporte a problemas o necesidades reales que afectan al bienestar.

En lo local, manifiesta que “el principal desafío que tenemos en la Región del Biobío es que, si bien hay investigación y desarrollo, está muy concentrado en Concepción y debe llegar a las otras 32 comunas a través de diferentes acciones que permitan ir mejorando la calidad de vida”. “Hay mucho por hacer, porque hay mucho conocimiento que se ha generado, pero falta la articulación para que el conocimiento llegue a las comunas a resolver problemas. A veces la solución está, pero no hay comunicación”, advierte.

Actuar como ente articulador en el sistema y de este con las comunas y sus necesidades es una de las primordiales labores del Ministerio y Seremías de CTCI. A nivel local también impulsan otras acciones, en la que resalta al programa “Conocimiento en tu comuna” que lleva charlas de temas de distintas áreas del saber y de manera descentralizada en la Macrozona, con especial foco en acercar y fomentar la CTCI a niñas, niños y adolescentes.

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