Ciencia y Sociedad

Psiquiatra Roberto Sunkel: “El aislamiento es uno de los factores de riesgo del suicidio en las personas mayores”

Más de 300 adultos sobre 65 años se quitan la vida en Chile anualmente y el jefe de la Unidad de Psicogeriatría del Instituto Nacional de Geriatría advirtió lo nociva que la soledad es para generar malestar emocional y la tan determinante como prevalente depresión, sobre la que cada 13 de enero hay un día mundial que busca concientizar y educar para combatirla.

Por: Natalia Quiero 14 de Enero 2023
Fotografía: Contexto

La esperanza de vida en Chile se triplicó en el último siglo. Datos del Instituto Nacional de Estadísticas dicen que en 1900 se estimaba de 23,6 años para mujeres y 23,5 años en hombres, y que en 2020 fue 82,1 años para mujeres y 77,3 años para hombres. Y la tendencia al aumento sigue.

Porque la multiplicidad de avances científicos, tecnológicos y médicos de la sociedad contemporánea permiten que las personas vivan cada vez más. Aunque vivir más no es vivir mejor.

Es que en las personas mayores hay alta carga de enfermedades y factores que perjudican la salud física y mental. De hecho, la salud mental está cada vez más mermada y las cifras alarman. Según el Ministerio de Salud, en Chile casi 2 mil personas se quitan la vida cada año y 360 son mayores, con la principal prevalencia en el grupo de 80 años o más con una tasa de 15% de incidencia del suicidio, una de las más altas de Latinoamérica. Innegablemente el fenómeno se relaciona con que un tercio de esta población padece depresión, según el último informe del Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro.

Preocupantes problemas cuyo abordaje requiere de esfuerzos a distintos niveles y cada persona puede aportar en pos de construir una sociedad sana de cuerpo y mente. Y con ese sentido social cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, instancia ideal para promover un envejecimiento saludable que contribuya a prevenir patologías y riesgos. Y ese es uno de los grandes retos como profesional y desde su cargo para Roberto Sunkel, jefe de la Unidad de Psicogeriatría del Instituto Nacional de Geriatría.

En esta materia, el psiquiatra especialista en Psicogerontología enfatizó que la clave está en solucionar problemáticas de base o determinantes en la calidad de la salud mental y riesgo de depresión.

Factores determinantes

Lo primero que mencionó el doctor Sunkel es que “envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, sino que a mayor edad aumenta la probabilidad de enfermedad y hay unas más presentes en personas mayores que se asocian a tasas más altas de depresión”. Entre ellas están las crónicas no transmisibles como diabetes e hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer y demencias. La relación entre las afecciones y la depresión se da por mecanismos orgánicos que se producen e interfieren y por los impactos en el bienestar y calidad de vida que los diagnósticos pueden conllevar.

También advirtió que “la depresión influye sobre los pronósticos de las enfermedades: el riesgo cardiovascular y de sufrir un infarto aumenta 5 veces en las personas mayores con depresión”.

Y está el contexto social actual, en muchos aspectos desnudado y empeorado tras la pandemia por Covid-19 con sus restricciones o crisis contingentes. En ello resaltó a “la variable socioeconómica y de desconexión social” como determinantes en la calidad de la salud mental y general. En específico, la precaria situación socioeconómica en la que viven muchas personas mayores por las bajas pensiones e ingresos; poca o nula participación social; brecha en alfabetización digital/tecnológicas; dependencia y estigmas sobre la vejez relacionados con patología, fragilidad e incapacidad que también se traducen en autoestigmas, y aislamiento.

La peligrosa soledad

Y ahí se detuvo Sunkel, afirmando que “el aislamiento es uno de los mayores factores de riesgo del suicido en las personas mayores” y que “sentirse solo es lo más peligroso desde el punto de vista de la salud mental”.

Es decir, está lo objetivo o cuantificable de la soledad (una persona puede o no estar/vivir sola) y lo subjetivo y percepción de soledad. Y según el especialista es el motivo más importante que provoca malestar emocional y aumenta el riesgo, gatilla o exacerba síntomas y cuadros depresivos. Y esta seria patología mental puede ser crucial en llevar a la ideación y conducta suicida.

Lo preocupante es que el psicogerontólogo aseveró que “cada vez en Chile viven más personas mayores solas”. Las redes/personas significativas se pueden perder por factores como abandono familiar, fallecimiento o migración. Y al pensar en la percepción de soledad juegan papeles factores como pertenencia, participación familiar o comunitaria y nivel de autonomía e independencia.

Y la soledad y su sensación inciden en el estado de desesperanza, tan devastador y perjudicial para la salud mental.

“Desde el punto de vista cerebral el mejor estímulo es la socialización”

Si la soledad y su percepción son tan preponderantes en la calidad de la salud mental, en el desarrollo una patología tan grave como la depresión y en el potencial riesgo de suicidio, la prevención y abordaje de estos fenómenos están en combatir que las personas, particularmente las mayores, se sientan solas.

Es esencial lo que familia, comunidad y sociedad hagan para acompañar, contener y dar soporte a las personas mayores con sus necesidades e intereses, según planteó el psiquiatra Roberto Sunkel, porque relevó que influyen elementos de distintas dimensiones, que van desde qué tan inclusivas son las ciudades o el transporte y estructura vial hasta el tejido social y familias con las oportunidades de participar, vincularse y desarrollarse. En este sentido, sostuvo que “mientras más redes, hay menos riesgo o probabilidad de sentirse solo”.

No dejó de resaltar el papel de las personas mayores por cuidar, mejorar y/o mantener su salud mental y prevenir enfermedades y riesgos, que no sean entes pasivos que sólo reciben acciones e ideas y sean protagonistas de su propia vida y vivir una vejez sana.

Trabajo durante la vida

Esto requiere más que preocupación al llegar a esta etapa vital o afrontar a representantes del grupo, pues manifestó que “el envejecimiento parte desde que se pisa la Tierra, por tanto, una buena vejez se prepara durante la vida”.

Y la forma tener un envejecimiento saludable en lo físico y mental necesita actuar desde lo cotidiano en aspectos como llevar una alimentación adecuada, practicar regularmente actividad/ejercicio físico, acceder a controles preventivos de salud y detectar oportunamente las enfermedades para iniciar rápido los tratamientos y participar en la comunidad.

De hecho, el psiquiatra aseguró que “desde el punto de vista cerebral el mejor estímulo es la socialización”, porque favorece o fortalece los vínculos, alimenta las emociones y la motivación, además de habilidades como creatividad. De ahí que las relaciones sociales, que se dan tanto en los procesos formativos/educativos y en los espacios de camaradería u ocio con otros, se deben incentivar y mantener toda la vida.

Al respecto, el doctor Sunkel destacó que el envejecimiento saludable, igual que una vida saludable en toda etapa, se trata de aumentar y fortalecer los factores protectores de salud para eliminar los de riesgo modificables y combatir los inevitables como pueden ser edad o biología. Muchas veces habrá afecciones que no podrán prevenirse, pero sí podrán retrasarse o pesquisarse.

Un rol activo

El profesional también aseguró que aunque lo ideal es iniciar la vida saludable con hábitos desde etapas jóvenes para llegar a una buena vejez, en este periodo se pueden generar cambios conductuales favorecedores si antes no se hizo.

Aquí es donde otra vez aparece como clave el dejar atrás la actitud pasiva de las personas mayores y promover su actividad para cuidar su salud y vida. De hecho, este rol activo es fundamental para que Estado o municipios, por ejemplo, ofrezcan iniciativas realmente efectivas para promover la salud y participación en las personas mayores, que tengan espacios para opinar y decir qué quieren o necesitan.

Ello porque Sunkel advirtió que “para muchas acciones que se promueven no se pregunta si le gusta o no la persona”. En efecto, si se les ofrece que participen en un espacio podría desmotivar y/o ser inefectiva si no está acorde a los intereses. Puede ser lo contrario si se les consulta o da chance de proponer y en base a ello diseñar estrategias que pueden ser diversas y de distinto nivel de complejidad en lo físico e intelectual.

Y esto puede tener una aplicación en lo íntimo, en lo que hagan las propias familias, como en lo público y oferta de las instituciones.

En este sentido, el psicogerontólogo puso el acento en que “se debe entender que vejez no tiene que ver con enfermedad, limitación, fragilidad o demencia, si bien hay cuadros más probables, no son propios de la edad”, por tanto llamó a “grabar que en la vejez se pueden tener metas distintas y el envejecimiento saludable, desde el punto de vista psíquico, implica que las personas se establecen metas y las corrigen según las dificultades que van teniendo”.

Así, relevó que las personas mayores pueden aprender cosas nuevas y fortalecer sus competencias, tienen la capacidad (y muchas veces necesidad) de estar dentro del mercado laboral, pueden enamorarse y tener una vida sexual activa, pueden y deben seguir vigentes. Y eso depende tanto de sus recursos, posibilidades y deseos como de las oportunidades que como sociedad se les dé. Y eso, para el psiquiatra, obliga a erradicar prejuicios, estigmas y mitos en torno a la vejez para cambiar los paradigmas e imaginarios y, finalmente, contribuir a construir una sociedad con una vejez sana.

 

*Si necesita ayuda o conoce a alguien puede acudir al sitio web o al fono de Salud Responde (6003607777) en busca de contención o estrategias.

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