Ciencia y Sociedad

Estudio UdeC muestra que los efectos de los microplásticos están subestimados

Todos los experimentos usan concentraciones muy altas del material e inexistentes en el ambiente. El grupo trabajó con una especie de cangrejo endémico que se expuso a niveles menores del contaminante, que se han hallado y de manera crónica: ahí está el verdadero peligro.

Por: Natalia Quiero 17 de Noviembre 2022
Fotografía: Ejemplar de cangrejo filtrador nativo que se estudió (Natalia Quiero).

Donde se busca, hay microplásticos (MP). Por eso, no es exageración definir al contaminante emergente como uno generalizado en el ambiente ni que su presencia e impactos preocupe y ocupe a activistas ambientales y grupos científicos en todo el mundo.

Y muchas iniciativas buscan evaluar sus efectos en la biodiversidad, especialmente animales acuáticos, donde se han concentrado los estudios y proveen los saberes sobre las consecuencias de los MP. Pero, desde la Universidad de Concepción (UdeC) se lideró la investigación más larga y la primera que demostró lo nocivo de la exposición a niveles bajos del agente.

Está bien documentado el perjuicio para la fauna acuática de exponerse a MP, que por su tamaño menor a 5 centímetros puede ser ingerido por organismos, “pero todos los estudios utilizan concentraciones muy altas y que no existen en el medioambiente”, destaca el doctor Mauricio Urbina, académico del Departamento de Zoología de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas. El también investigador del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) guió la tesis de pregrado de Ángela Schäfer, bajo la cual se desarrolló el pionero trabajo, cuyos resultados se publicaron en semanas recientes en la prestigiosa revista Science of The Total Environment.

Trabajo realista y relevante

La lógica de las pruebas para evaluar toxicidad y efectos del MP, u otros agentes, es buscar el límite de tolerancia de los organismos hasta que haya consecuencias. Por eso, suelen llegar a altísimos niveles, asumiéndose allí lo nocivo y en corto plazo. Pero, Urbina aclara que en MP no permite evidenciar los verdaderos efectos, porque es tan alta que supera lo que existe.

Así, se desafiaron a saber qué pasa con la exposición a medidas ambientalmente relevantes. Es decir, más bajas y reales, que mostraron que el peligro patente está en la acumulación del daño por exposición crónica y no en la aguda.

Para ello fueron a Lenga, en la comuna de Hualpén, a buscar ejemplares de Petrolisthes laevigatus, especie endémica del intermareal chileno. “Son cangrejos filtradores, por lo que constantemente sacan partículas de la columna de agua y están muy propensos a ingerir MP que está flotando”, precisa.

En el laboratorio hubo dos tipos de experimentos. Un grupo recibió una “dieta” de 250 partículas de MP por litro por 5 meses, mientras 3 meses fue la exposición más larga antes hecha por otro grupo. Otros cangrejos tuvieron 20 mil partículas por litro en pocos días. La última es la cantidad que los estudios usan sin ser realista y la más baja es relevante porque se ha hallado, asegura.

No hubo efecto en los animales expuestos a altas concentraciones de MP y por unos días, producto de su mecanismo compensatorio. Pero, encontramos tremendos efectos nutricionales tras exponerlos durante 5 meses a concentraciones mucho más pequeñas”, advierte.

Profundizando los hallazgos, el académico detalla que el déficit energético es el primer efecto de la ingesta crónica de bajas concentraciones de MP, que de forma realista y relevante puede estar en el ambiente desde la que estos cangrejos y otros filtradores como choritos extraen partículas. “Después de 2 a 3 meses, los cangrejos empezaron a utilizar sus reservas de lípidos y carbohidratos para satisfacer la demanda energética”, añade.

Efecto en cadena

Estudio pionero con resultados pioneros que no pueden ignorarse.

Urbina afirma que la compensación puede provocar que los organismos tengan menos energía para invertir en reproducción o que huevos y larvas sean menores en cantidad o calidad, lo que implica que nacerán menos o más débiles ejemplares y eso podría mermar las poblaciones. Además, individuos pueden tener menor energía para resistir otros estresores como otras contaminaciones, calentamiento global y cambio climático. Y como son parte de una trama, puede haber menor cantidad o calidad de alimento y energía para especies en niveles más altos, incluyendo el ser humano.

Porque cada organismo cumple un rol del que dependen otros y sus dinámicas permiten que los ecosistemas y naturaleza funcionen, lo que provee servicios ecosistémicos a las personas, como recursos pesqueros para extraer, generar economía y alimentar.

Ante ello, desde lo que el estudio mostró, el académico resalta que “todo lo que hemos aprendido sobre efectos de los MP subestima a los reales” y que es probable que “se está haciendo menos eficiente el traspaso energético de un eslabón a otro y haciendo menos eficiente la cadena trófica”.

Las predicciones sobre MP se dan según concentraciones tan alarmantes como inexistentes y la verdadera alarma está en las existentes menores concentraciones que pueden gatillar una escalada de efectos y de mayor plazo. Por eso, el reto científico es seguir investigando en los efectos y profundizando las evidencias y el social considerarlas para tomar mejores decisiones en pos de la reducción de estresores e impactos para las especies y conservar la biodiversidad con sus riqueza y roles.

 

El estudio está disponible online desde este link. 

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