Ciencia y Sociedad

Neuroderechos: afrontar los dilemas éticos del avance neurotecnológico

Por: Natalia Quiero 30 de Julio 2022
Fotografía: Cedida

Es una estructura biológica vital y las más compleja de la naturaleza del universo conocido. Es el cerebro, órgano que controla actividades cognitivas, motoras, comportamientos y procesos fisiológicos. De este depende la vida y lo que somos, por lo que conocer su funcionamiento ha motivado la curiosidad humana desde antaño a sabiendas de su potencial, siendo uno de los propósitos relevarlo en julio con su Día (22) y Mes Mundial.

Por su complejidad, aún esconde misterios en cuya revelación trabajan grupos en todo el mundo, como origen de ciertas patologías o cómo funciona exactamente la mente o consciencia, pero lo que se ha podido conocer tras años de investigación ha impactado más allá de la maravilla del saber e influido en desarrollos médicos, farmacológicos y tecnológicos; algunos tan evolucionados y revolucionarios que parecen futuristas o de ciencia ficción.

Conocer e impactar

Aquí aparecen las neurotecnologías, herramientas desarrolladas y aplicadas para estudiar e influir sobre el sistema nervioso humano, sobre todo cerebro, explica la neurocientífica Lorena Armijo, encargada del Área de Neurociencias del Programa de Nepsam de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigadora postdoctoral en la Facultad de Ciencias. Estas incluyen un variopinto: pueden ser no invasivas como resonancias magnéticas y otras neuroimágenes o exámenes que pueden permitir medir y observar la actividad cerebral en diversas situaciones como patologías, estímulos o acciones; o invasivas como implantes que se colocan en el cerebro y se pueden transformar en “prótesis” para reemplazar zonas dañadas por enfermedad o accidente y mejoran las respuestas antes interferidas por el daño.

De hecho, afirma que “con neurotecnologías se está logrando estimular zonas del cerebro implicadas en enfermedades como Parkinson”. Y más allá de los estudios: dispositivos implantados se usan para tratar con buenos resultados la citada patología y también epilepsia y depresión clínica, según se reporta. Así destaca que en las esperanzas de estos desarrollos, basados en el conocimiento del cerebro para impactar en él, está lograr nuevos y mejores tratamientos que los disponibles para enfermedades complejas e incurables como las neurodegenerativas o hallar su cura o aumentar las capacidades del cerebro.

Riesgos y DD.HH.

Las esperanzadoras neurotecnologías, en contraparte se han vuelto preocupantes para muchos y plantean retos por visualizarse riesgos de su desarrollo y aplicación, ante proyectos vinculados a acceder a la mente, inconsciente, pensamientos y emociones para leer y controlarles, pudiendo manipular el comportamiento de las personas o alterar su libre albedrío. De hecho, trabaja en interfaces cerebro-máquina y máquina-cerebro con los diversos positivos y negativos fines Neuralink, compañía Elon Musk que experimenta y desarrolla estas tecnologías. Hace pocos días dio el polémico y para muchos imposible anuncio, en redes sociales, de haber “subido” su cerebro a la nube.

Reto que se reconoció en Chile y se volvió un país pionero en comenzar a trabajar una legislación que regule el uso de neurotecnologías directas en un marco de neuroderechos bajo categoría de derechos humanos hace algunos meses. Hito destacado por Lorena Armijo de cara a la revolución neurotecnológica, ya que resalta que los avances van haciendo necesario tener un marco para “proteger la intimidad de nuestro cerebro, que no se pueda manipular ni nuestra forma de actuar, tengamos libre albedrío y todos podamos tener acceso”. Es que la investigadora manifiesta que “todos los avances tecnológicos son importantes y positivos, pero siempre van a haber dilemas éticos, por lo que hay que saber cómo defenderse para que sean usados de manera correcta y sean accesibles”.

Ahí su acento, sobre todo por el impacto de estas tecnologías en mejorar salud y calidad de vida frente a enfermedad para que no se acentúen más las brechas existentes en términos de acceso entre personas con más y menos recursos socioeconómicos, siendo común que las terapias más nuevas y mejores de las patologías (y muchas prevalentes como cáncer o neurodegenerativas) sean de alto costo e inaccesibles para la mayoría.

Para la doctora Armijo ahí lo crucial y real; lo demás es algo de futuro y necesario a modo de preparación para afrontarlo adecuadamente. “El nervioso es el sistema más complejo e importante, no es fácil de descifrar. Creo que estamos muy lejos de realmente entender la mente y pensamiento, pero sí que iremos avanzando más en nuevas tecnologías para aplicar en ciertas enfermedades”, reflexiona, con gran esperanza en las difíciles de tratar o intratables hasta hoy y que terminan por causar terribles consecuencias en la vida de la persona y entorno.

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