El estudiante de Biología Udec y vicepresidente de la Red Kimlu y Corporación Motum, expuso en el “Foro de la Juventud 2021 del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas”. Allí abordó las barreras que el adultocentrismo impone para que las juventudes puedan opinar e involucrarse en los procesos.
Adultocentrismo. Uno de los paradigmas bajo los cuales se han construido gran parte de las sociedades y que ha arraigado una visión de mundo donde sólo las personas adultas son modelo de referencia y dignos de poder e infancias y juventudes se perciben como grupos con menos capacidades para opinar, dar ideas, decidir, involucrarse en procesos relevantes. Esto se traduce en que “hay barreras estructurales para la participación pública que podemos llegar a tener las juventudes y falta solidaridad intergeneracional a la hora de tomar decisiones”, sostiene Benjamín Cofré, estudiante de Biología en la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción (UdeC) y vicepresidente de la Red Kimlu y la Corporación Motum de la que es cofundador, además de comisando del Comité Prospectivo Juvenil del Senado de la República de Chile.
Y ese fue uno de los temas que abordó, centrado en asuntos ambientales, en su intervención en el “Foro de la Juventud 2021 del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (Ecosoc)”, celebrado de manera virtual entre el 7 y 8 de abril. Este “proporciona una plataforma global para un diálogo franco entre los Estados Miembros y los líderes jóvenes de todo el mundo sobre las soluciones a los desafíos que afectan el bienestar de los jóvenes. También sirve como un espacio único para que los jóvenes compartan su visión y acciones, así como para proporcionar perspectivas a los jóvenes sobre la implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, se lee en la página web oficial.
El universitario penquista fue nominado para el evento global tras participar en la mesa “Acelerando la acción por el planeta” del Diálogo Preparatorio Regional de Juventudes de América Latina rumbo a la décima edición del Foro de Ecosoc, en la que se revisaron los avances de los ODS con perspectiva de las juventudes de América Latina. El foco de la discusión del foro 2021 estuvo en la recuperación sostenible y resiliente a la pandemia de Covid-19, pensando en construir un camino inclusivo y efectivo en la década clave para la acción y logro del desarrollo sostenible al 2030.
En su ponencia, para la que tuvo tres minutos, Benjamín Cofré llevó las voces de las juventudes que participaron en dicha instancia en miras a generar una respuesta colectiva. Además de la participación pública y la discriminación por adultocentrismo que impone barreras, abordó el acceso a la educación y dificultades que enfrenta la juventud, la contaminación y necesidad de fortalecer la gobernanza.
El foro como plataforma materializa lo que para Benjamín Cofré es clave para derribar barreras y mitos en torno a las juventudes, y avanzar como sociedad: “abrir los espacios y escuchar a las juventudes en toda su diversidad, porque somos actores estratégicos para hablar de desarrollo”, manifiesta.
Su convicción es que considerar a las juventudes en temáticas relevantes es invertir en el presente para construir un mejor futuro y que esa oportunidad sólo se aprovechará al erradicar la visión adultocéntrica que tiene el sesgo de que la edad define la cantidad de experiencia y saberes y el prejuicio de que las juventudes no tienen interés en ser artífices de los cambios, porque que sabe que “una persona joven puede ser un o una escolar de 14 años hasta un padre o una madre de 29 años según la legislación chilena, somos la generación más educada que ha tenido la humanidad y podemos saber muchas cosas, y veo juventudes muy interesadas en involucrarse y aportar a su entorno”.
Es su propio interés y en su joven larga vida materializándolo e impulsándolo a través de instancias como Motum, ha compartido con cientos con su misma vocación. Y sabe que son millones, porque los y las jóvenes son 25% de la población.
Sin embargo, lamenta que las juventudes son la población etaria más vulnerable a la desocupación laboral y cesantía al ser complejo salir e introducirse al mercado laboral y hallar trabajos sostenibles o bien retribuidos social y económicamente. “¿Qué estamos haciendo con el talento y energía de esas personas?, ¿por qué no lo sabemos aprovechar?”, plantea Cofré como interrogantes que le hacen pensar incansablemente, pues está seguro que hay mucho potencial escondido bajo el adultocentrismo, perdiéndose. Resolverlas para que dejen de existir es su anhelo y cree que lo crucial está en, efectivamente, reconocer el valioso aporte de las juventudes como lo han venido haciendo informes de la Ocde o estrategias de la ONU y llevando el discurso a la acción. “En Chile, por ejemplo, no hay una estrategia nacional de juventudes que sí hay en otros países. Creo que tenemos mucho que avanzar”, afirma, y las políticas públicas son un eje para restaurar el problema en su estructura para así impulsar la transformación sociocultural que es la que finalmente romperá los paradigmas.
*Corporación Motum fue cofundada por Benjamín Cofré en 2019 y busca movilizar a jóvenes como actores estratégicos en la construcción de un futuro sostenible desde América Latina. Participan, organizan y difunden diversas acciones, y siempre están abiertos a buscar voluntarios. La información está disponible en su sitio web y redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram (@motumcl) y LinkedIN.