Ciencia y Sociedad

“En Lbtx-UdeC queremos ser referentes y dar solución a problemas regionales”

Allisson Astuya dirige con orgullo el Laboratorio de Biotoxinas del Departamento de Oceanografía, el primero que tiene la Región del Biobío para detectar toxinas marinas y que recibió su segunda acreditación internacional para proveer servicios que certifiquen mariscos en riesgo de marea roja.

Por: Natalia Quiero 24 de Enero 2021
Fotografía: Departamento Oceanografía UdeC

“Tener un laboratorio de estas características en la Región del Biobío es un aporte desde la perspectiva que se mire”, afirma la doctora Allisson Astuya al referirse al Laboratorio de Biotoxinas de la Universidad de Concepción (Lbtx-UdeC) que dirige con una convicción avalada con la nueva certificación internacional, por un año, que recibió el espacio que es parte del Departamento de Oceanografía de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas, donde es profesora asociada e investigadora de Copas Sur-Austral.

Es que, resalta, es el único que detecta toxinas marinas a nivel local y esta acreditación bajo la norma internacional ISO 17025, la segunda desde que comenzó a implementarse al alero de un Proyecto Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional del Biobío de dos años de ejecución que culminó en octubre de 2020, le permite seguir funcionando y evolucionar en su quehacer de proveer servicios de análisis para detectar sustancias tóxicas producidas por algas asociadas a mareas rojas en mariscos de consumo para la región y a disposición de pequeños productores de la zona y entidades del sector público y privado.

Descentralizar

Allisson Astuya cuenta que descentralizar la detección de toxinas marinas y potenciar la certificación local, que asegura que un producto marino está libre de sustancias nocivas, fue el motor que impulsó la implementación de este laboratorio; al no existir uno las muestras debían mandarse a otras regiones, generalmente la Metropolitana. Al tenerlo, se ahorran tiempos que pueden agilizar una eventual necesaria toma de decisiones; clave si se piensa en las floraciones algales nocivas (FAN), conocidas como eventos de marea roja. Al respecto, aclara que en “la Región del Biobío tenemos las microalgas tóxicas, pero no las condiciones para las FAN”, por lo que no se han dado, si bien eso no significa que no haya que analizar los productos ni estudiar ante fenómenos como varazones o creer que nunca va a suceder, pues advierte que “hay que estar preparados porque las condiciones ambientales han ido cambiando y esto favorece la aparición de fenómenos tóxicos”.

Así, anteponerse a lo que pueda suceder en un futuro incierto instalando esta infraestructura científica es clave para la seguridad alimentaria y prevenir riesgos como intoxicaciones masivas por consumir mariscos contaminados, cree. Y también tener capital humano, siendo la formación otro foco del Lbtx-UdeC en sus dos años de implementación.

El laboratorio tiene el servicio acreditado para detectar sustancias tóxicas mediante la utilización de metodologías oficiales para veneno paralizante de mariscos (VPM) y veneno amnésico de mariscos (VAM), además de screening in vitro para toxinas lipofílicas especialmente las del tipo veneno diarreico (VDM). Además, entre otros aspectos, se avanza en la búsqueda de biomarcadores potenciales para detección de toxinas marinas y microalgas. También se han establecido unidades de servicios en detección molecular de microalgas tóxicas y bioensayos celulares y de pez cebra que se ponen a disposición de los usuarios para generar soluciones a medida.

Astuya añade que se han dedicado a la educación a la comunidad de productores mediante cursos y talleres para explicarles qué son las FAN, la importancia del control y de la bioseguridad alimentaria y, así, de que exista este laboratorio; tarea que continuarán mientras tienen los ojos puestos en la meta de crear un programa de apoyo a pequeños empresarios de la Región para certificar sus productos, que permite comercializar fuera del Biobío y redunda en aumento ventas. “En Lbtx-UdeC queremos ser referentes y dar solución a problemas regionales y también a otras regiones, porque hay varias que no tienen capacidades analíticas”, concluye.

Para conocer el trabajo, equipo y servicios se puede acceder a http://biotoxinasudec.cl/.

 

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