La vacunación es uno de los mayores éxitos de la medicina moderna, la medida de salud pública más efectiva, lo que explica el énfasis en su desarrollo para combatir al patógeno que ha causado la pandemia.
La búsqueda de conocimiento y soluciones ha sido el foco de las energías de los expertos del área de salud y científicos del mundo que hoy luchan por aportar a combatir la Covid-19; una pandemia que en 10 meses de evolución desde que se conoció el primer caso en China ya se ha cobrado más de un millón de víctimas fatales a nivel global. En Chile, desde que se confirmó el primer contagio hace 6 meses, los fallecidos son más de 12 mil 700 y los infectados 463 mil. Y cada día esos números, que reflejan la vida de una persona, aumentan.
Por ello, no hay nación ni persona ajena a la crisis sanitaria y sobre todo a su control. En este sentido, las principales esperanzas están puestas en el desarrollo de una vacuna para prevenirla. Es el gran desafío de la investigación mundial y también de iniciativas nacionales, en el que están concentrados los esfuerzos de la ciencia y del capital humano que trabaja para generar los avances en decenas de laboratorios, es donde están los anhelos de la humanidad.
En efecto, “hay al menos 23 protocolos de vacunas en proceso, varios en fase avanzada, y en Chile al menos 3 en proyección”, precisa la doctora Tamara Pérez, inmunóloga de Clínica Biobío de Concepción, afirmando que “se espera optimistamente contar con una vacuna para la Covid-19 en el primer semestre de 2021”. De hecho, ayer el ISP autorizó el inicio de estudios clínicos en Chile de dos vacunas, en alianza entre el Gobierno e investigadores de las universidades Católica y de Chile, a la espera de aprobar un tercer proceso. Esto se enmarca en los anuncios que la semana pasada hizo el Presidente Sebastián Piñera sobre convenios y conversaciones internacionales respectivos a la reserva y compra de vacunas, como medida para asegurar la disponibilidad de las dosis de éstas en el país.
Las proyecciones dan cuenta de procesos más veloces de los que habitualmente se dan en los estudios en vacunas, que pueden tardar varios años en superar todas las fases de pruebas clínicas y aprobaciones para su salida al mercado, para su llegada a la sociedad.
¿Por qué el ímpetu? Porque es urgente, pero sobre todo porque Pérez destaca que “la vacunación es uno de los mayores éxitos de la medicina moderna. Su desarrollo ha logrado prevenir y controlar muchas enfermedades infecciosas, cada vez más el cáncer y otras enfermedades crónicas”.
Es, de hecho, la vacunación una de las más seguras y efectivas medidas de salud pública; la herramienta que, en sus campañas masivas, se transformó en la protección vital de patologías que antes devastaron a la población y hoy están controladas e incluso erradicadas, entre las que menciona “diarreas, poliomielitis, sarampión, tuberculosis, neumonías, hepatitis y coqueluche, entre otras”. Sólo “en la última década se han vacunado más de mil millones de niños, evitando así la muerte de 2 a 3 millones de niños por año”, resalta la inmunóloga para dejar de manifiesto el enorme impacto positivo de las inoculaciones.
Ahí la esperanza en la vacuna contra la Covid-19: que se pueda incorporar el control de la letal enfermedad emergente a los logros que se han obtenido gracias a esta herramienta, pues la doctora Pérez sostiene que “la vacuna logra una modificación en el sistema inmune que otorgará protección frente a nueva exposición al virus en todos los grupos etarios”.
Al respecto, la especialista reconoce que “por ahora no está tan claro cuánto durará la inmunidad lograda con éstas (vacunas en desarrollo)”, pero así también asevera que el beneficio será para todos y no para unos cuantos. Y la realidad es opuesta: “no existe un medicamento antiviral que sea 100% efectivo en esta enfermedad”, advierte, mientras que de los que están actualmente en uso, su empleo “no es masivo, su costo es elevado, muchos no son autorizados en niños y por eso no se logra la cobertura que puede alcanzar una vacuna”.
Por todo ello, la doctora Tamara Pérez concluye que “la erradicación de la Covid-19 a corto plazo no será al 100%, pero tampoco existen otras opciones disponibles y comparables con la vacunación en esta enfermedad”.
“Cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos”, explica la inmunóloga Tamara Pérez.
La especialista cuenta que “se genera una interacción con el sistema inmune que produce una respuesta protectora similar a la enfermedad natural, pero sin causarla ni poner en riesgo al inmunizado de sufrir complicaciones de esta patología y evitando la propagación de ésta”.