Carta al director

El universitario repitente bajo un techo de cristal

Por: Diario Concepción 25 de Mayo 2019
Fotografía: Diario Concepción

El anuncio de la Ministra de Educación de que más de 27. 000 universitarios, 3.000 en la Región del Bío Bío, perderán la gratuidad de sus estudios por repitentes, es vivido como una catástrofe por estudiantes y universidades. Entre el repitente y su universidad deberán financiar el resto de años de carrera que sobrepasen el tiempo “normal” fijado por el Estado.

La Señora Ministra de Educación, también repite y repite… sus argumentos: que el gobierno del Presidente Piñera está para cumplir la ley de educación superior del gobierno anterior que la aprobó; que las universidades no saben seleccionar a los buenos estudiantes capaces de titularse oportunamente; que hay otras prioridades; que existen razones éticas para invertir los recursos en otra población y no en los que fracasan…

Pareciera que es la retórica de la inversión pública eficiente la que promueve la política de gratuidad en la universidad. Lo importante es la nota y no las capacidades personales, familiares y las institucionales del colegio, del liceo, de la universidad que ha recorrido el estudiante a lo largo de su vida. Pareciera que los únicos responsables de su desempeño son los alumnos repitentes. Y por sus actos se les culpa y por sus actos se les castiga, no restituyéndoles el derecho a la gratuidad de la educación.

¿Cómo estar seguros de que una mala nota es por falta de esfuerzo? Si tengo 6 reprobados en mi clase, son 6 síntomas de 6 realidades de que algo no funciona. Y ese es nuestro desafío: conocerlos y convertirlos en oportunidades de mejorar la política de educación universitaria, por ejemplo, acercando la política de educación superior a la de básica y media.

La Ocde señaló en 2018 (Education at a Glance) que existe una correlación entre el medio socioeconómico y cultural y el resultado escolar, que los jóvenes cuyos “padres tienen un bajo nivel de educación gozan de menos probabilidades de finalizar la educación superior”. Según la prueba PISA 2015, el 72% de estudiantes chilenos del grupo socioeconómico bajo no ha desarrollado las competencias mínimas en matemáticas frente a un 23% del grupo alto

La cuestión de quién asume el riesgo del fracaso en la educación, tensiona a políticos y sociedad. La conocida economista Mazzucato critica que la visión ortodoxa del modelo económico de mercado espera que el sector público, o sea, nosotros los contribuyentes, asumamos los riesgos del sector privado. De hecho, al Estado chileno le tocó en 1983 la parte fea de la crisis financiera como en España o Grecia le tocó en 2008, al asumir los desastres de los bancos y pagar su astronómica deuda. Mientras que, por otro lado, el mismo modelo de mercado promueve una visión de política universitaria que recompensa los buenos resultados y privatiza los repitentes, los que pasan a manos de las familias que se ponen en las de los bancos.

Reprobar es un riesgo que corre todo estudiante y debería socializarse y asumirse por la sociedad como lo hacemos con los riesgos del conductor ebrio, del juego del pirómano, del fumador empedernido, del hedonista buen comedor y buen tomador, del político corrupto…

Condicionar el derecho a estudiar gratuitamente al desempeño del estudiante, nos plantea varios dilemas morales como sociedad.

Si el fracaso universitario es una cuestión de esfuerzo o plantea otros problemas como traumas, sufrimientos, carencias y deficiente educación escolar.

Si la política de igualdad de oportunidades termina al entrar a la universidad o reconocemos a alumnos universitarios que necesitan atención particular.

Si la igualdad de oportunidades es un deber republicano o es un principio relativo.

Si la movilidad social vía educación se compra en un banco o se garantiza a todos los jóvenes vía derechos.

Si las clases modestas y medias pagarán con sus impuestos la educación que no reciben sus hijos por negársele la gratuidad o se les asegurará la continuidad del derecho.

Si la gratuidad es una promesa democrática de movilidad social o depende de la visión de un gobierno.

Si le otorgamos en nuestra sociedad y sistema educacional un estatuto al error, al fracaso o sólo hay espacio para el éxito y el exitoso…

Si vamos a romper o vamos a mantener el techo de cristal de los jóvenes universitarios repitentes.

María Inés Picazo Verdejo
Directora de Vinculación Social
Universidad de Concepción

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