Señor Director:
Ante el desparpajo con que se desenvuelve la delincuencia y la cobarde hipocresía del actuar de la judicatura para encararla, en nuestro país, recuerdo dos sentencias de Sir Winston Churchill que alguna vez leí y retuve: “Dormimos seguros de noche porque hay hombres duros que están preparados para llevar violencia a aquellos que podrían hacernos daño”. “Cuando las águilas callan, las guacamayas comienzan a parlotear”
Rodolfo Camacho Olivares