En el mes que se conmemora y destaca el rol gravitante de la mujer en la sociedad, principalmente su presencia y trabajo en la nuestra sociedad chilena, queremos hacernos partícipes y ofrecerles las más humildes, sinceras y sentidas palabras de admiración y respeto.
La especie humana está compuesta, así como todos los seres de la naturaleza que nos rodea, de dos sexos, macho y hembra, en nuestra especie, interpretados como el varón y la mujer. La naturaleza nos construyó en el devenir de la evolución para complementarse no solo en la reproducción, sino que también en la comprensión e interpretación de la naturaleza del macrocosmo y microcosmo. De aquí, en la labor conjunta de los géneros masculino y femenino, surgen las distintas culturas y cosmovisiones que conocemos.
El ADN mitocondrial que lleva la especie hombre es materno, éste codifica proteínas que son responsables de entregar energía a las células. Entonces la energía celular que ocupamos para cumplir nuestras necesidades fisiológicas, para pensar, para comprender este mundo, tienen una fuerte influencia materna. Es la constitución biológica la que nos muestra el importante rol que ellas tienen en nuestras necesidades biológicas y en el arte de pensar, imaginar y construir e interpretar esta realidad de mundo que vivimos. Por tanto, qué duda cabe que ellas entregaron, entregan y entregarán una valiosa contribución para el desarrollo de la humanidad.
Si entendemos el laicismo como las capacidades y potencialidades infinitas del ser humano, del Homo sapiens, en la manera de comprender el universo, la naturaleza que nos rodea, entonces la mujer como parte importante de la historia de la humanidad ¿No ha jugado un rol importante desde esta perspectiva?
Las potencialidades infinitas del ser humano se construyen, se educan y se comparten. La historia está llena de grandes personajes, prohombres, la mayoría varones, y en esta sociedad patriarcal el rol de la mujer ha sido subvalorado y a veces, ocultado, por lo que el valor y la potencialidad de la mujer como constructora de su historia y de la humanidad toda, es poco resaltada. En este devenir de la sociedad humana -últimos 10 mil años- la mujer ha tenido un rol destacado. Muchas mujeres en el mundo han tenido una destacable presencia que nos ha hecho ver estas distintas potencialidades de la especie humana. A nivel mundial son muchas, pero es loable destacar algunas chilenas, entre muchas, quizás las menos nombradas u ocultas en las sombras, quizás por aquellas verdades o visiones disímiles que nos mostraron y que entran en conflicto con nuestra visión masculinizada y conservadora del mundo, y de nuestra propia naturaleza. Mujeres que tuvieron una lucha destacada por imponer sus formas de ver e interpretar la naturaleza de la vida, del mundo y de la cultura humana. Destacables son, aquellas mujeres que disputaron por destacar en nuestra sociedad, como por ejemplo en el siglo XVIII María Antonia Palacios, la primera mujer negra música de Chile en tiempos de la Colonia. Candelaria Pérez, la Sargento Candelaria, de empleada doméstica en el Perú a destacada cantinera en la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839). Precursoras del feminismo: Martina Barros Borgoño (1850-1944), escritora; Inés Echeverría (1868-1949) primera mujer académica de la Universidad de Chile y luchadora incansable por el voto femenino; Teresa Wilms Montt (1893-1921), escritora y de una vida novelesca. Esther Valdés (1897-1908 de quien se desconoce el año de nacimiento y fallecimiento), obrera y sindicalista que escribió y denuncio las precarias condiciones en que trabajaban las mujeres. Elena Caffarena Morice (1903-2003), abogada, jurista y política que luchó por la clase obrera. Margot Duhalde Sotomayor (1920-2018), aviadora y primera piloto de guerra mujer, pionera de la aviación latinoamericana. Mujeres que tuvieron y tienen un rol destacado en el crecimiento del laicismo en nuestro país, como Maipina De La Barra Lira, Guillermina Kehl, Carmen Mardones Hauser, Susana González Couchot, entre otras.
Estas son algunas de las mujeres destacadas, pero también están aquellas mujeres anónimas que sobre la base de sus capacidades abrieron el mundo depositando en los humanos la confianza en sus potencialidades, quizás desde la humilde mirada de la mujer dueña de casa, campesina, obrera y profesional.
Vaya para ustedes mujeres, este humilde homenaje… su vida, su presencia, sus ideas, visiones y deseos de una mejor sociedad, basadas en las potencialidades infinitas de la especie humana, estarán siempre presentes en esta caprichosa naturaleza.
Luis Parra Jiménez
Academia Laica de Estudios