En una escena de la película el Libro de la Selva, el ingenuo protagonista niño, criado por los monos, la pantera y un oso bailarín y hedonista, es atrapado por la serpiente, que lo tiene prisionero en sus anillos y para que su eventual desayuno no se ponga a gritar, llamando la atención a los colmilludos amigos, empieza a dar vueltas los ojos, en espiral, para someterlo a un tranquilizador proceso de hipnosis, con voz meliflua repite monótonamente, musicalmente; confía en mí… casi lo logra, Mowgli es salvado por un oportuno tirón a la cola de la engañosa boa constrictor, la cual cae al suelo en forma estrepitosa.
Es ahora cuando se espera la voz decidida de nuestros representantes regionales, de nuestros legisladores y autoridades. Nuevamente es deseable una acción que sea capaz de situarse por encima de los intereses partidarios o conveniencias de coyuntura.
Si bien es cierto que las habilidades de lectura y creatividad para resolver problemas de los estudiantes chilenos están entre los más bajos de la Ocde, se reconoce que Chile se desempeña bastante bien en términos de participación ciudadana.
Sumergidos en la ciudad, se puede olvidar que la sabiduría popular, cargada de tradiciones y mitos está todavía plenamente vigente en el mundo rural, o en los sectores urbanos que ahora les acogen.
El factor de mayor impacto en el desempeño de los chilenos es, como era previsible, el nivel educativo. Pero también hay otros menos obvios, como el mejor desempeño en adultos cuyos padres tuvieron mejor educación.