Las pantallas emiten una luz de onda corta que puede llegar a dañar la retina de manera irreversible, ya que su cristalino se encuentra en pleno desarrollo y no son capaces de filtrar la luz adecuadamente.
Debemos avanzar decididamente en el camino de descarbonizar nuestra matriz energética, como lo establece la política estratégica desde el año 2015.
Consagrar los derechos fundamentales hoy es una aspiración mundial.