Hoy no solo nos apremia el cambio climático, sino que se suma la falta de rellenos sanitarios. No tenemos más tiempo, es momento de hacer.
El comercio del centro de Concepción ha pasado momentos altos y bajos durante este año. A inicios de 2022, los negocios tradicionales no veían el despegue producto del escenario económico y el entonces cierre de la Plaza Independencia.
Es de esperar que el trabajo de estos días sea el necesario para terminar con estos siniestros, y que las tareas de prevención resulten totalmente para no volver a repetir este ambiente de incertidumbre en la próxima gran fecha familiar y conmemorativa: el Año Nuevo.
Un foco de preocupación permanente, ya que la informalidad trae otros problemas asociados como la mínima o casi nula cotización.
El desafío hoy es mejorar el aspecto de la capital regional del Biobío. Si las hay, todos ganan. Se recuperan espacios, aumenta la seguridad y, probablemente, la clientela.