Esta condición ha dejado de ser un escenario poco común para convertirse en uno persistente y que afecta a un número creciente de adultos sobre los 65 años de edad en el país.
Mientras el Estado impulsa la digitalización de sus servicios para facilitar el acceso a beneficios sociales, las personas mayores viven realidades diversas frente a la tecnología.
Expertos y vecinos advierten sobre veredas en mal estado, falta de señalización accesible y transporte poco amigable con el rango etario de la tercera edad.