Nada justifica esta guerra. Nada justifica la muerte de inocentes. Ni aquí ni en Africa, Medio Oriente, América, Europa ni en rincón alguno del mundo.
El mundo repite tiempos que creía superados y se torna ineficaz el sistema vigente, por voluntad de uno de sus mayores responsables. Es más inseguro, ha retrocedido y vuelto a cambiar.
Los precios de dichos cultivos se dispararon a nivel mundial. No obstante, los molinos nacionales tienen reserva para meses, pero si el conflicto se prolonga, los precios de la harina y el pan se elevarán.