Se trata de un sistema elaborado por el Instituto de Resiliencia Ante Desastres, el que fue propuesto a Senapred durante este año.
Este avión que tiene una capacidad de lanzamiento de 15.000 litros de agua o retardante se mantendrá apostado en el Biobío para realizar el combate de los incendios forestales.
El problema urgente, dado el escenario de emergencias que se aproximan, podría proyectarse por la inminente llegada de los incendios forestales.
La indagatoria de Techo en base a documentación de estamentos públicos muestra una serie de amenazas a este tipo de asentamientos. Van desde tsunamis, remoción de masas, inundaciones e incendios.