Se trata de dos jóvenes que no sólo van tras una legítima rentabilidad, sino que además, quieren solucionar un problema del ámbito social y otro relacionado con lo medioambiental.
Carlos Furche afirmó que se debe regular la interfaz de bosque y vivienda. Fernando Raga, en tanto, hizo un "mea culpa".
Falta de alimento por los incendios forestales ponen en peligro la vida de colmenas en Bío Bío.