En 1994 fue la última temporada donde el balompié regional no tuvo protagonistas en la máxima categoría. Si bien ahora el acero espera tener alguna chance de salvarse por vía administrativa, lo cierto es que su caída a la B es una alerta y bien vale preguntarse por qué una zona tan prolífica, con tantos equipos, ahora no tendrá ninguno en la serie de elite. Dirigentes, técnicos y ex jugadores hacen un repaso de las causas, entre las que se cuentan malas decisiones deportivas y también pésimos manejos, que terminaron desembocando en castigos durísimos que significaron descuento de puntos, descensos y hasta una desafiliación.