En octubre de 2022 entró en vigencia la Ley 21.495 que, junto con tipificar las carreras clandestinas, introdujo la calificación de “velocidad temeraria“, como una manera de desincentivar este tipo de conductas en las y los conductores.
Si bien los miembros locales de la Cámara Baja catalogaron la propuesta como “interesante” y que debe ser evaluada, cuestionaron la viabilidad del proyecto considerando el alto financiamiento que requiere y coincidieron en que las actuales fuerzas policiales requieren mayor equipamiento.