Según lo indicado por el propio municipio, el PRRD no reemplaza los planes de emergencia comunales, sino que los complementa con una visión estratégica y de largo plazo, estableciendo líneas de acción concretas para reducir vulnerabilidades y reforzar capacidades institucionales y comunitarias.
La autoridad sanitaria insistió en mantener las medidas de prevención: evitar exponer a menores a personas enfermas, uso de mascarilla si se presentan síntomas, lavado frecuente de manos, y controlar los cambios bruscos de temperatura en los hogares.
Pondría fin a la prolongada espera de hogares de acogida y reforzaría judicialmente el interés superior de los niños, niñas y adolescentes.
Tiene 655 personas beneficiadas y mensualmente se incorporan entre 30 y 40 pacientes. Incluye controles médicos, exámenes de sangre, imágenes como escáner, colonoscopía, endoscopía y apoyo psicosocial, entre otros.