Su gran deuda es el Mundial y en Rusia arrancó con el pie izquierdo, pero no el de Barcelona... Fue el de Argentina, ese equipo con el que le cuesta tanto tocar el cielo.
También se estrena la Francia de Pogba y Griezmann y la Croacia de Modric y Rakitic.
Campanil quiere remontar el 0-1 de la ida, y recuperar el fútbol mostrado en buena parte del semestre. Si los auricielos ganan por un gol de diferencia, habrá penales.