Un grupo transversal de senadores ingresó al Congreso un proyecto de ley que busca regular la prevención, el control y la reducción de emisiones de gas metano en los rellenos sanitarios del país, una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero asociadas a la gestión de residuos.

La iniciativa, correspondiente al Boletín N° 18.028-12, fue presentada el 18 de diciembre por los senadores Alfonso De Urresti, Francisco Chahuán, Ricardo Lagos y Juan Ignacio Latorre, y actualmente se encuentra en su primer trámite constitucional.

En Chile, cerca del 96% de los residuos sólidos municipales se disponen en rellenos sanitarios. Si bien el país ha avanzado en regulación ambiental y gestión de residuos —a través de normas como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP)—, actualmente no existe una normativa específica que regule las emisiones de metano generadas en estos recintos, lo que constituye una brecha relevante en la política ambiental nacional.

El proyecto propone establecer un marco normativo específico que obligue a los operadores de rellenos sanitarios con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) a implementar reportes anuales de emisiones, planes de control, certificación externa de emisiones y medidas preventivas, como sistemas de captura y aprovechamiento de biogás.

Asimismo, la iniciativa fija principios rectores como la prevención, la precaución, la no regresión ambiental, la sostenibilidad y la transparencia, alineándose con los compromisos internacionales asumidos por Chile, entre ellos el Acuerdo de París y la Ley Marco de Cambio Climático, que establece la meta de carbono neutralidad al año 2050.

Entre sus disposiciones, el proyecto contempla plazos progresivos para la implementación de medidas, incentivos económicos para las plantas que cumplan las metas de reducción y un período de adecuación de 18 meses desde la eventual publicación de la ley para presentar el primer reporte de emisiones.

Los impulsores de la iniciativa destacan que la regulación del metano en rellenos sanitarios no solo permitiría reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también impulsar la innovación tecnológica, la generación de energía renovable, el desarrollo de empleos verdes y el avance hacia una economía circular en el sector de gestión de residuos.