Aseguró que se debe crear una nueva entidad para que el Estado cuente con al menos un 51% de las acciones y, que la empresa debe solicitar una reconsideración ante la Comisión Antidistorsión de Precios.
Si bien, ya se anunció el cierre de a empresa siderúrgica Huachipato, usina que paralizó después de 74 años sus operaciones, principalmente, por la imposibilidad de competir en el mercado ante las bajas sobretasas arancelarias aplicadas a los productos asiáticos, tanto los trabajadores como el mundo sindical y los parlamentarios siguen abogando para que la medida se revierta.
Es así como el senador (PS), Gastón Saavedra, realizó una enérgica declaración en la que exige una acción inmediata para enfrentar la crisis de Huachipato y restaurar la soberanía económica del país, poniendo un énfasis especial en la compra de acciones por parte del Estado chileno.
El parlamentario propone la creación de una nueva entidad en la que el Estado posea al menos el 51% de las acciones, asegurando así que los intereses nacionales estén protegidos y que se preserve la industria siderúrgica para las generaciones futuras.
En un discurso contundente, el senador instó a la empresa a presentar de inmediato una reconsideración ante la Comisión Antidistorsión de Precios, exigiendo una revisión exhaustiva de su desempeño y la implementación urgente de medidas para garantizar su estabilidad financiera.
Entre estas medidas, destaca la necesidad de alcanzar un aumento significativo en la tasa de las barras de acero para bolas de molienda de cobre, que debería llegar al 25%.
Ante los rumores de posibles compradores extranjeros para la usina de Talcahuano en caso de cierre, el senador advirtió firmemente a la empresa que debe actuar con total transparencia y compromiso con la comunidad local. “No se puede permitir que los intereses extranjeros se antepongan al bienestar del país y de sus ciudadanos”, manifestó.
La autoridad concluyó su mensaje reiterando la urgencia de la situación y llamando a todas las partes involucradas a tomar medidas concretas y decididas para salvar a Huachipato y proteger la soberanía económica del país.
Cabe destacar que con el cierre definitivo de la usina un total de 22 mil personas.