Discrepancias en montos para la entrega de recursos provocaron que el Consejo Regional no aprobara, en una primera instancia, un proyecto emblemático para la administración Giacaman. Pero en el gremialismo, las diferencias irían mucho más allá de los aspectos técnicos.
A semanas, o tal vez sólo días de que se inicie formalmente la carrera por la gobernación regional al interior de la UDI en el Bío Bío, ayer en el Consejo Regional se vivió una jornada que da cuenta de la “guerra fría” que se ha instalado en el gremialismo local.
Ello en un escenario que enfrenta a dos sectores del partido. Por un lado, el oficialista (alineado con la presidenta nacional, Jacqueline van Rysselberghe) representado por el intendente Sergio Giacaman, quien en octubre debe definir si renunciará para ser candidato a gobernador.
Y, por el otro, el disidente, que encabeza la ya precandidata y actual presidenta del Core, Flor Weisse, en alianza con el consejero Luis Santibáñez.
Y aunque en “on” no lo reconozcan abiertamente, en “off”, representantes del gremialismo local tenían claro que el paquete de iniciativas que se votaba ayer, también era una pulseada entre ambas facciones. Una derrota para Giacaman en este proyecto emblemático para su administración, podría hipotecar su posibilidad de correr como mejor carta en la primera elección de gobernador Regional. Pero para Weisse también era una prueba de fuego, pues quien fue electa en marzo de 2018 con el apoyo de la totalidad de los cores de derecha, tenía aquí la chance inmejorable de demostrar su liderazgo. Pero, al final del día, los consejeros no se alinearon con su presidenta. Ciertamente, tampoco con el intendente.
¿Qué pasó entonces? Los votos de la UDI se dividieron, en una situación bastante anómala para un partido históricamente disciplinado. Votaron a favor Cristian Gengnagel, Patricio Kuhn, Marlene Pérez y Jaime Vásquez; en contra Enrique Krause y Eduardo Borgoño; más la abstención de Flor Weisse y Luis Santibáñez.
En RN, Patricio Lynch votó en contra y Patricio Badilla se abstuvo. A favor, se manifestaron Patricio Lara y Anselmo Peña.
Dentro de la oposición, los votos también se dividieron. A favor: Alicia Yánez (PPD), Daniel Cuevas (PPD), Leocán Portus (PPD), Ivonne Rivas (DC) y Javier Guíñez (DC). En contra: Tania Concha (PC), Leonidas Peña (PC), Javier Sandoval (PI) y Andrés Parra (PS).
En este escenario, si bien ganó la opción a favor del proyecto por 11 votos, no se alcanzó el quórum de 12, necesario para aprobarlo. Por ello, la iniciativa deberá volver a la comisión de Turismo y Fomento del Core, presidida por Luis Santibánez.
Pero para muchos, lo de ayer fue más que un prolegómeno de una contienda electoral. Fuentes de la UDI en Bío Bío interpretan la decisión de los cores del lote disidente de negarle el apoyo al intendente, como un “ajuste de cuentas”. Ello, después que el martes, Giacaman le pidiera la renuncia a la jefa de Administración y Finanzas del Gobierno Regional, Paulina Vera.
Cuatro aristas tiene el proyecto que presentó el Ejecutivo local al Consejo Regional para potenciar el turismo en la zona. El primero, es tal vez el más buscado por Henry Campos, alcalde de Talcahuano: el fomento a la llegada de cruceros. El segundo, visibilizar a la Región en ferias turísticas nacionales. El tercero, darle nueva fuerza al festival Viva Dichato. Y el cuarto, consolidar el Rally Mobil.
Con estos lineamientos, el Gobierno Regional pretende reforzar la llegada de visitantes, con un costo cercano a los $2.939 millones, en una iniciativa que ya fue presentada con bombos y platillos a fines de agosto por la subsecretaria del ramo, Mónica Zalaquett.
Pero el proyecto se vio entrampado en el Consejo por los montos asignados para el evento tuerca. Las dudas se basan en que en julio de 2018 el ex intendente Jorge Ulloa pidió una ampliación de presupuesto de $1.500 millones para financiar los derechos federativos para la llegada de una fecha del mundial de rally, lo que se concretó en mayo de este año.
Pero la actual administración presentó un requerimiento para esta actividad por $1.200 millones, por lo que las dudas surgieron entorno a la diferencia de $300 millones entre las peticiones realizadas a la Dirección de Presupuesto el año pasado como al Core.
A lo anterior, se suma que esos dineros deberán salir del Fndr que sirve para financiar una serie de iniciativas regionales.
Sergio Giacaman, intendente: “El que explica se complica y los hechos hablan por sí solos. Los que tienen que dar explicaciones acá son ellos y no el intendente. Acá el 50% aprobó, pero yo creo que los 8 que rechazaron y los tres que se abstuvieron deben dar las explicaciones, y conversar con sus almohadas, para que cuando esto se presente nuevamente, se apruebe. Acá el tema es si están o no están con el desarrollo de la Región”.
Flor Weisse, presidenta del Core: “Ustedes deben entender que sería muy simplista aprobar los proyectos que se asemejen a la ERD. Nosotros tenemos que salvaguardar los recursos y que lo que estamos aprobando es lo mejor para la Región, dentro de los criterios que existen. Yo descarto una operación política, eso sería bajarle el nivel a la discusión y sería francamente una ofensa al trabajo de los consejeros, y chacrear el Consejo. Yo estoy tranquila con lo que he hecho”.