Política

Ex embajador de Chile en Brasil: “Lula o Henrique Cardoso no son corruptos, pero sus gobiernos lo fueron”

Una carta de apoyo al detenido ex Presidente de Brasil por personeros políticos chilenos que generó una polémica que está lejos de terminar, es el escenario para analizar los escándalos de corrupción que rodean a la política de ese país.

Por: Marcelo Castro 11 de Agosto 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

OAS, Odebrecht y Petrobras son empresas que se han vuelto en habituales al hablar de corrupción en Brasil. Estas tres se encuentran involucradas en distintos casos que tienen temblando a la política carioca.

“Lava jato” es el nombre de la investigación que lleva el juez Sergio Moro, que hoy mantiene detenido y con una condena ratificada en dos instancias al ex Presidente de esa nación, líder del partido de los Trabajadores y actual candidato a la presidencia, Luiz Inácio “Lula” Da Silva.

Uno de los conocedores de esta realidad es el ex embajador de Chile en esa nación, el socialista Jaime Gazmuri, quien en conversación con Diario Concepción analizó el futuro de Lula y de paso, comentó la frustrada campaña de Ricardo Lagos a la presidencia.

-¿Cómo es la situación en la actualidad en Brasil?

-Brasil está viviendo una crisis muy profunda, esta es de corte económico, política y social. Esto tiene una concatenación de muchos elementos y todo aumenta con la salida de la presidenta Rousseff, con un proceso muy cuestionado en su legitimidad final. Ella no tenía ningún cargo de corrupción y el cargo utilizado es una figura muy común en todo gobierno.

-¿Fue injusto el trato que recibió la presidenta Rousseff?

-Completamente injusto, ya que el proceso siguió las normas jurídicas, pero el juicio político es por abandonar sus labores, no cuando tienes una baja popularidad. Ahora, el gobierno de Temer, es algo que no tiene apoyo popular ya que está aplicando una política ortodoxa con políticas sociales, pero con poco reflejo en la economía. A esto, sumamos a ministros involucrados en escándalos de corrupción.

-¿Esta crisis profunda lleva a que tengamos de candidato a Lula preso y a otro de la derecha extrema?

-El Presidente Lula está condenado en dos instancias, quedan dos recursos de apelación y eso es lo que sostenemos en una carta. En general, la opinión de muchos observadores de la situación, es que se está politizando la justicia. Mientras la condena a Lula no esté a firme, él es inocente y la acusación de recibir un departamento no tiene asidero posible. Nosotros creemos que, con la elección de octubre, Brasil va a comenzar a superar su crisis.

-¿Independiente de quién gane?

-Por supuesto, ya que ese gobierno contará con la legitimidad del pueblo, cosa que Temer no tiene.

-¿El juicio en contra de Lula fue muy rápido, en comparación al de los parlamentarios?

-Los juicios a los parlamentarios han sido lentos, ya que los lleva la Corte Suprema, y el caso en contra de Lula lo lleva el juez Moro, que ha sido particularmente sesgado políticamente y ha sido tramitado en plazos breves. Lula ya ha manifestado que hay un prejuicio político y eso queda claro en que el fiscal dice ‘que no tiene pruebas, pero si convicción’.

-Pero siempre los acusados acusan motivos políticos en las indagatorias por corrupción, eso lo vimos en Chile con el caso Penta, SQM, Asipes, etc.

– Son injustas las comparaciones, porque tengo la impresión de que en Chile todavía no se ha politizado la justicia. Cuando yo digo que el fiscal dice que no tiene  pruebas es verdad, yo nunca escuche al fiscal Gajardo decir que no tenía pruebas. Ahora, en Brasil, los poderes políticos han llevado a que todo derive en la justicia y eso queda claro en la declaración de un juez que pide ayudar en la estabilidad política del país, pero esa no es la labor de un juez.

-¿Para usted es Lula inocente?

– Ninguna de las acusaciones hechas tienen algún fundamento.

-La carta que enviaron ustedes ¿fue un apoyo a la figura de Lula?

-Nuestro objetivo es fortalecer la democracia en Brasil, y las relaciones entre Chile y los cariocas es muy importante, o sea, lo que pasa allá nos afecta. Acá no hay una defensa por afinidad política, pero por sanidad de la democracia latinoamericana, se debe defender.

-Fue un error que la carta se hiciera pública, considerando todo el revuelo que provocó.

-La carta era para hacerse pública. Quiero decir que no estamos mal acompañado en este diagnóstico, el senador norteamericano Bernie Sanders hizo algo parecido, al igual que el ex Presidente de Francia, Francois Hollande. Acá se plantea una preocupación por una crisis que se comienza a superar con la elección, en donde Lula tiene el derecho jurídico a participar.

-¿Qué tan arraigada se encuentra la corrupción en la política brasileña?

– Muy profundamente, hay una corrupción sistémica que genera una relación muy perversa entre el empresariado y la política, llegando a crear un sistema que afecta a todos. Acá hay mucho clientelismo por parte de los partidos, pero Lula o Fernando Henrique Cardoso no son corruptos, pero sus gobiernos lo fueron.

-¿Y el rol de las constructoras como OAS u Odebrecht?

-Odebrecht tenía un sistema de corrupción muy fuerte con los gobiernos existentes en cada país. En tanto, OAS es un cartel y en Chile debemos agradecer que se retiraron de la construcción del Puente Chacao. Ojo no hay pruebas en contra de Bachelet y OAS, lo que no tiene fundamentos, pero lo de ME-O está siendo investigado por la justicia.

-Que Lula haya venido a Chile en un avión financiado por OAS ¿no es corrupción?

-No, porque eso hay que probarlo. El Presidente Lagos o Piñera viajan con empresarios…

Pero no en aviones financiados por empresarios

-El detalle ese no lo conozco, la corrupción hay que probarla y no hay enriquecimiento ilícito por parte de Lula.

La no campaña de Lagos

-¿Fue una traición que el PS no apoyara a Lagos en las primarias?

– A mí no me gusta hablar de traición en política, sino que un profundo error. Y este error ayudó a que la Nueva Mayoría llevara dos candidatos y si eso generaba una primaria y un candidato totalmente legítimo para la elección presidencial. El dividir una coalición es una derrota segura.

-¿Queda algo de la Nueva Mayoría?

– Yo tengo una mirada positiva, porque se lograron muchas cosas positivas, a pesar de los errores cometidos en la última elección.

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