Política

Errática, secretista y tibia: la dura evaluación de los analistas a Delpiano

Testigo reconoció que mintió cuando lo identificó como autor del delito, inducida por su pareja, que hoy está en la cárcel por homicidio. Ayer el caso fue sobreseído definitivamente.

Por: Diario Concepción 24 de Julio 2016
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Desde el campo de la educación, cuestionan el grado de convencimiento de la propia ministra respecto de la reforma que está presentando y que según el rector Valle, vicepresidente del Consejo de Rectores, no presenta cambios sustanciales del proyecto original planteado por Eyzaguirre. 

Tania Merino Macchiavello
Contacto@diarioconcepcion.cl

Fue una reforma que heredó y no una que impulsó y eso se nota, dicen los analistas políticos al revisar lo que ha sido la gestión de la ministra Delpiano. 

Recientemente, el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores y rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, cuestionó el poder de injerencia de la secretaria de Estado en la reforma educacional, aludiendo a que en realidad el diálogo abierto para la construcción del proyecto de ley sobre Educación Superior terminó con la gestión de Eyzaguirre y que en adelante no existió una real consideración por la voz de los distintos actores. 

Similar a lo expresado ayer por el diputado Giorgio Jackson, quien afirmó que: "hablar de proyecto de educación superior con ministros Delpiano y Valdés fue hablar con una puerta", al no recibir respuestas claras respecto de la implementación de la iniciativa.

Imagen de la ministra 

Es a partir precisamente del debate en educación superior que la imagen de la ministra se ha deteriorado. Así lo muestran las encuestas de opinión. La última Adimark GFK la ubicó en el penúltimo lugar con un 31% de aprobación, mientras que la peor evaluada fue la ministra Blanco.

Frente a este escenario le pedimos a estudiosos de distintos roles y pensamientos políticos calificar a través de algunos adjetivos la labor de la secretaria de Estado. Los resultados mostraron coincidencias entre distintas veredas y fueron críticos. 

"Secretismo, dudas, problemas heredados", así definió Alejandro Olivares, del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, el trabajo de la titular de Educación. "La reforma fue en su gran mayoría desarrollada en el proyecto anterior, ella llegó cuando estaba sobre la marcha, por lo tanto, la posibilidad de implementar cambios importantes de rumbo hoy es muy menor. Por eso tiene que actuar en base a una serie de reuniones de carácter más secreto o reservado para poder enmendar el rumbo un poco hacia lo que ella quiere, pero como no le resulta, tiene que hacerse cargo de una reforma que a lo mejor no le gusta", comentó.

Para el analista la partida del grupo de apoyo con que contaba el ministro Eyzaguirre le quitó también respaldo interno a la cabeza de la cartera de Educación. 

Olivares mencionó también una conducta errática en el discurso de la ministra al realizar anuncios como una posible estatización de las universidades de Concepción, Austral y Federico Santa María para luego dejar de lado las propuestas o desdecirse. "Es parte de la búsqueda del rumbo. Se ensaya algo, se dice, por ejemplo, que la UdeC pudiera pasar al estado, automáticamente se responde destacando la función pública de esta universidad y la discusión queda hasta ahí (…) y aparecen muchos otros casos así. Entonces efectivamente hay un comportamiento errático a partir, yo asumo, de haber recibido algo que de lo que no necesariamente se está conforme".

El analista político y académico del Centro de Políticas Públicas de la UDD, Gonzalo Müller utilizó adjetivos como "confusa" y "complicada" para definir la gestión de Delpiano. "Le ha faltado fuerza para convencer, la hemos visto de alguna manera escuchando y muy bien que lo haga, pero cuando se trata de convocar la he visto débil y eso es lo que ha provocado que esté liderando una reforma que a nadie le gusta, ni a los estudiantes, ni a la familia, a los rectores a nadie".

Müller cuestionó incluso la cercanía que siente la propia ministra con el articulado que hoy día está en discusión legislativa en la Comisión de Educación. 

"Siempre se dice que una persona tiene que empujar a veces cosas de las que no está convencido, pero cuando se trata de una reforma de la educación superior de la magnitud de la actual es imposible que una persona que no la comparta la pueda empujar y quizás el problema es ése, que de alguna manera no se convence ni la propia ministra de que es una buena reforma y menos va a convencer a los demás".

El sociólogo, Pablo Martínez, puso el foco en que la actitud de la ministra ha sido "conciliadora", aunque asegura que ha estado enfocada hacia un imposible, al tratar de satisfacer las múltiples demandas que genera la reforma. También la cataloga como la " Ministra de las contradicciones". "Pienso que pocas personas podrían encontrar esta reforma como adecuada, la manifestación de desagrado por esta particular reforma, pero más, en general, de las reformas en el sistema educativo chileno (con excepción de lo presentado en educación pre-escolar) es parte del consenso nacional, salvo en un grupo muy reducido de políticos de la Nueva Mayoría", sentenció. 

El periodista y experto en marketing político, Felipe Vergara, enumeró calificativos como "pasividad, condescendencia y diálogos sin resultados, una gestión tibia, neutra".

Para el experto, en el gobierno en general no existe convencimiento de la Reforma, "salvo en el caso de Bachelet y en los que fueron sus ministros de Hacienda y de Interior, que eran los promotores ideológicos del programa de Gobierno y que hoy no están (…) La ministra defiende una reforma educacional de la que ni siquiera fue gestora en su minuto".

Nueva etapa

Sin embargo, los expertos coincidieron en que en esta nueva etapa de la discusión el foco estará centrado en el Parlamento y en que la labor de Delpiano quedará relegada a un segundo plano.

Para Müller el proceso participativo ya terminó, "de ahora en adelante todo el diálogo se dará en el congreso como parte del proceso resolutivo y es allí donde se van a ir produciendo los acuerdos para poder sacar adelante esta reforma".

Olivares, sin embargo, estimó que "estamos en una primera etapa en que se va a necesitar mucho manejo político, de redes para poder conversar con los rectores, con las autoridades y líderes que van a ser actores importantes de la reforma educacional. Queda tiempo para un mejor diálogo", dijo, coincidiendo en que será el Parlamento quien asuma este rol. 

Frente a la dureza utilizada en algunos de los calificativos, los analistas coinciden en que es necesaria la continuidad de Delpiano en la cartera para no marcar un nuevo retroceso en una conversación sobre Educación que ya ha sido extensa. 

El términos políticos, además, dijo Olivares "sería una muy mala señal, asumir el golpe y el fracaso".

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