Política

Prioridades y conceptos

Se confunde lo estatal con lo público. Se basa en el pasado y no en el cambiante futuro que les corresponderá enfrentar a los actuales estudiantes y a los que vendrán.

Por: Diario Concepción 09 de Julio 2016
Fotografía: imagenPrincipal-4769.jpg

Se confunde lo estatal con lo público. Se basa en el pasado y no en el cambiante futuro que les corresponderá enfrentar a los actuales estudiantes y a los que vendrán.

 

W. Churchill y W. Brandt dijeron en diferentes frases que "quien no es revolucionario a los 20 años no tiene corazón y el que lo sigue siendo a los 40 años, no tiene cabeza".

Valga para lo que vive Chile y ha vivido estos últimos años, en que una generación de jóvenes, influida fuertemente por intelectuales, ha obligado a una mala priorización de una clase política muy mal evaluada por la ciudadanía.

Este proceso ha trastocado las prioridades en Chile y ha instalado axiomas que están obsoletos en el resto del mundo.

Nuestra clase política le dedica tiempo y recursos a temas que a la mayoría de los chilenos no les interesa.

El programa de gobierno, la Presidenta, los ministros, el Parlamento, los políticos y las reformas en curso tienen altos rechazos en la ciudadanía, desde un 65% de rechazo al programa de gobierno hasta un 84% de rechazo al accionar de la Cámara de diputados. Incluso a Junio 2016, un 77% de la población está en desacuerdo con las movilizaciones de las últimas semanas.

En vez de priorizar los serios problemas de pobreza, de salud, de delincuencia y de pensiones han obligado a legislar, por la fuerza y el chantaje de los votos, a esta clase política sin rumbo para que les asigne enormes recursos para la gratuidad universal en la educación superior.

A su vez, el proyecto de educación superior enviado al Congreso presenta grandes deficiencias, se sigue legislando como si Chile fuera un punto homogéneo y no considera que tenemos más de 4.000 km. de largo, con climas, recursos y costumbres distintas. Lo regional no existe para este proyecto.

El proyecto menciona y define la autonomía para luego controlar los aranceles, las matrículas, las carreras, el crecimiento y otras cosas más. Se me viene a la mente la RDA.

Está bien mejorar la normativa y el control pero lo que se propone es un exceso. Se confunde lo estatal con lo público. Se basa en el pasado y no en el cambiante futuro que les corresponderá enfrentar a los actuales estudiantes y a los que vendrán.

El proyecto desprecia el lucro que es el motor que da los recursos para los impuestos que recauda el mismo Estado.

Se esgrime argumentos dogmáticos y poco profundos como el siguiente: "Por otra parte, el enfoque que privilegia la lógica de mercado y la competencia como asignación de recursos en la educación superior adolece de una falla fundamental, cual es la calidad. La calidad es una variable compleja que , en general, sólo se observa definitivamente cuando ya se ha incurrido en el gasto y ha transcurrido un tiempo, de forma tal que es prácticamente imposible revertir o contrarrestar efectos de una baja calidad de la educación entregada. Ello está en la base de la falla del paradigma de mercado en este caso. De este modo, tal como se dio en Chile, la competencia no se da sobre la base de atributos de calidad, sino que en base a la publicidad". 

Basta con oponerles lo que dijo Edgardo Boeninger K., ex Rector de la Universidad de Chile en su libro "Chile rumbo al futuro" donde escribió: "es necesario abandonar dogmas rígidos mundialmente superados por los hechos, como la oposición al lucro en la educación y al concepto de Estado docente como única fórmula de solución para los problemas en este campo."
 

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