En julio pasado volvió a ser incluido como sospechoso en el asesinato del menor Tomás Bravo un sujeto de iniciales V.H.A, quien sería conocido de la familia, y que es apodado como “el tifus“.
El individuo tendría las facultades mentales alteradas, y regresó a ser sindicado en el caso porque habría intentado abusar de una mujer, y ella declaró que este le habría advertido que no se resistiera “para que no pasará por lo que vivió Tomás Bravo”.
La jueza Perla Roa acogió la solicitud de la Fiscalía del Biobío y ordenó la realización de la toma de muestra de ADN que será practicado por el Laboratorio de Criminalística de Carabineros en el Hospital de Arauco.
“El tifus” se había negado a realizarse el peritaje, por lo que el ente persecutor tuvo que hacer la solicitud al tribunal para forzar la diligencia. Esta no es la primera vez que se realiza una acción similar, ya que Jorge Escobar, el tío abuelo del menor, también se había negado en un primer momento a entregar una muestra de cabello, cuestión que hizo solo tras una orden judicial.
Pese a la inclusión de este segundo sospechoso, la hipótesis de la investigación sigue centrada en Escobar, hasta ahora el único formalizado por el homicidio del menor de edad.
