Más de 200 personas han sufrido lesiones oculares debido a tiros provenientes de escopetas antidisturbios manejadas por personal de Carabineros, en las tres semanas que van de movilizaciones sociales en el país.
Ante este hecho, el general director de la policía uniformada, Mario Rozas, anunció que se acotará el uso de este armamento a “todas aquellas situaciones de real peligro para nuestros carabineros y para real peligro para nuestros conciudadanos”, además de casos de “amenaza cierta e inminente” de ataque a la propiedad pública o privada, consignó La Tercera.
La medida anunciada tras una reunión en La Moneda, donde participaron parte del Alto Mando de Carabineros, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel; el subsecretario de la cartera, Rodrigo Ubilla; y la vocera de gobierno, Karla Rubilar, también pondrá a disposición a “250 instructores institucionales certificados en derechos humanos para que se desplieguen en todos aquellos lugares durante las movilizaciones, para asegurar el correcto cumplimiento de los protocolos de actuación”.
En la misma línea, el personal uniformado que utilice este tipo de armamento deberá portar cámaras corporales, con el fin de registrar la acción del policía. También se invitará a “delegaciones policiales extranjeras para trabajar la mejor aplicación de los protocolos de actuación, en el marco de casos y/o situaciones de extrema violencia”.
El anuncio se registró tras semanas de tensión debido al gran número de denuncias -tanto de civiles como de organizaciones y medios de comunicación extranjeros- por la gravedad y la cifra de personas afectadas en sus ojos por balines disparados por Carabineros, fenómeno calificado como una “epidemia” por diversas fuentes.