Francisco Riquelme Ortega
Abogado Universidad de Concepción 
Ayudante CEE UdeC

El viernes 21 de noviembre diversos medios informaron que Estados Unidos y Rusia habrían acordado un plan de paz para poner fin a la guerra en Ucrania. El plan, elaborado por Steve Witkoff (delegado de Donald Trump) y el representante ruso Kirill Dmitriev, incluía 28 puntos que concedían a Moscú la cesión de Crimea, Lugansk y Donetsk; la congelación de la línea de contacto en Jersón y Zaporiyia; y la obligación de que Ucrania redujera su ejército y renunciara a ingresar en la OTAN.

La reacción al plan fue inmediata. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski afirmó al respecto, que Ucrania enfrentaba una decisión compleja (esto por las presiones de Trump para aceptar el plan). A su vez, los líderes europeos, en sintonía con Kyiv, rechazaron de manera categórica la propuesta.

El 23 de noviembre, representantes europeos y estadounidenses se reunieron y elaboraron una contrapropuesta también de 28 puntos, que posteriormente Moscú calificaría como “no constructiva”. Tras posteriores negociaciones, un par de días después, se acordó una propuesta de 19 puntos, pero ese mismo día, una filtración (confirmada por Bloomberg) que se apropió de los noticieros más relevantes, reveló que Witkoff (el enviado de Trump) aconsejó al asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, sobre cómo influir en el presidente estadounidense para avanzar en los objetivos rusos.

A partir de estos antecedentes, cabe preguntarnos, ¿Es posible vaticinar que el fin de la guerra se acerca? Y podríamos decir que no, sobretodo porque desde Rusia, luego de conocerse la última propuesta, se ha endurecido el tono en torno a una posible solución al conflicto bélico. Por el otro lado Zelenski señaló este jueves que, “la próxima semana habrán negociaciones importantes”. Habida cuenta de esto, sería posible confirmar la respuesta a la pregunta anterior, sin perjuicio de que estamos especulando. Pero lo que si tenemos claro, es que cualquier acuerdo exigirá concesiones mutuas, sin embargo, expertos y líderes mundiales coinciden en que Ucrania no puede ceder su integridad territorial.

La conclusión evidente es que la paz aún no está cerca. Sin embargo, en un escenario internacional tan volátil, el único pronóstico posible sigue siendo: reservado.