Catalina Araya
Directora de Educación Fundación País Digital
En la sociedad actual, gran parte de la vida ocurre en ambientes digitales que impactan a adultos, jóvenes, niños y niñas. De acuerdo a la encuesta de Kids Online 2022, en Chile el 89% de este último segmento ya cuenta con un celular propio con acceso a Internet, herramienta que les permite navegar todos días y a cualquier hora que lo necesiten. El mundo digital ya es parte de la infancia, siendo los ocho años el promedio de edad en donde se tiene un celular propio por primera vez.
Esta situación afecta diferentes aspectos de nuestro día a día, ya sea en trabajos, hogares, espacios públicos y también en la escuela, espacio donde surgen múltiples preguntas sobre el uso de celulares o incluso su prohibición. En este contexto, es que recientemente se dio a conocer el documento “Orientaciones para el uso del celular y otros dispositivos móviles en los establecimientos educacionales” del Ministerio de Educación. Este manual es una invitación para que los establecimientos educacionales construyan su propio reglamento interno de uso, considerando la participación de todos los miembros de la comunidad, a quienes se quiere comprometer en la búsqueda de un modelo que conduzca las tecnologías digitales hacia el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje del Currículum Nacional, además de la participación responsable en ambientes digitales.
Si bien, existen discusiones sobre los usos y aportes que pueden tener los dispositivos móviles en estrategias pedagógicas, el tema de fondo debe ser el reconocimiento de niños y niñas como participantes activos de los ambientes digitales y desde este punto preguntarnos, ¿cómo queremos educar a nuestros hijos en una sociedad marcada por el desarrollo tecnológico?
En 2022, la UNESCO lanzó un documento sobre la educación del futuro, en el cual se da cuenta de que la educación, como está concebida hoy en día, no está respondiendo a los desafíos que vivimos como humanidad. Uno de ellos es la fuerte velocidad con que avanza la tecnología y los cambios que se están produciendo en el mercado laboral. A propósito de esta conversación, desde País Digital proponemos que el debate se centre precisamente en la manera en que estamos preparando a nuestras niñas, niños y jóvenes para enfrentar los desafíos de un mundo incierto y cuyo protagonista es el desarrollo tecnológico. El carácter digital de nuestra sociedad requiere que tengamos cada vez más preparación y especialización, no solo desde el ámbito educacional, sino también a nivel social, político y económico, éticos y en privacidad. Por tanto, abordar este tema desde la prohibición de un dispositivo tecnológico es dejar de educar en múltiples dimensiones que aportan en el largo plazo al desarrollo de talento y, por tanto, humano de nuestro país. La sociedad digital está llena de oportunidades y beneficios como también de riesgos y obstaculizadores, lo importante hoy es comprender el escenario y trabajar estrategias para educar en esta nueva materia.