Gonzalo Burgos
Ingeniero Físico
Magíster en Ciencias, mención Física
Mi viaje académico me llevó al corazón de la investigación científica, y fue en el laboratorio de CePIA donde encontré el escenario ideal para cultivar mi pasión por explorar los misterios del universo. Durante mi tiempo, tuve el privilegio de sumergirme en una aventura intelectual que me permitió comprender las complejidades del cosmos y más allá.
Desde mis primeros días en la universidad, me fascinó la idea de construir dispositivos capaces de captar las señales cósmicas provenientes de lo más profundo del universo. Esta fascinación me impulsó a concentrarme en la construcción de un detector de radiación, conocido como riómetro, que opera de manera similar a un radiotelescopio. Este proyecto no sólo representaba un desafío técnico emocionante, sino también una oportunidad única para contribuir al entendimiento de los fenómenos cósmicos que afectan nuestro entorno terrestre.
La experiencia en CePIA fue esencial para el desarrollo y ejecución de mi tesis de pregrado y magíster. Trabajar junto a expertos en el campo me brindó una orientación invaluable a medida que construíamos y perfeccionábamos el riómetro. Cada paso del proceso, desde el diseño inicial hasta las pruebas y calibraciones finales, representaba un nuevo desafío que abordábamos con entusiasmo y determinación.
La experiencia y las habilidades técnicas adquiridas durante mi tiempo en CePIA me prepararon para dar el siguiente paso en mi carrera profesional. Recientemente, fui seleccionado para trabajar en el proyecto CHARTS (Canadian-Chilean Array for Radio Transient Studies) como ingeniero de proyecto en la Universidad de Chile. Este emocionante desafío me permitirá aplicar mis conocimientos y experiencia en un entorno global, colaborando con expertos de todo el mundo para abordar algunos de los problemas más apremiantes en el campo de la investigación científica.
Al reflexionar sobre esto, me invade un profundo sentimiento de gratitud por las oportunidades brindadas y por las lecciones aprendidas. Mi experiencia en el laboratorio no solo me ha proporcionado conocimientos técnicos y habilidades prácticas, sino también una apreciación más profunda por la belleza y la complejidad del cosmos que habitamos.
En última instancia, mi travesía en el Centro ha sido mucho más que una simple búsqueda de conocimiento. Ha sido un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal que ha dejado una marca indeleble en mi vida. Y aunque mi tiempo en el laboratorio haya llegado a su fin, sé que los conocimientos y las experiencias adquiridas me acompañarán en cada paso que dé en el futuro.