Robinson Sáez Lazo
Centro Regional de Estudios Ambientales UCSC
Los microempresarios agrícolas de la provincia del Biobío, son un segmento de la agricultura regional que aporta a nuestra economía y que muchas veces queda postergado en varios ámbitos solamente por su dificultad al acceso de la información, por ello los aportes que realizan nuestras Instituciones de Educación Superior ayudan a aumentar sus oportunidades de crecimiento y a proporcionales nuevas herramientas de desarrollo.
En ese sentido, uno de los objetivos que persigue nuestra Universidad es insertar la digitalización en la Agricultura Familiar Campesina, a través de diferentes tecnologías que puedan ser implementadas en sus predios, donde una de esas medidas ha sido efectuar vuelos con tecnología basada en drones, que entreguen información obtenida directamente de sus cultivos a través de un lente multiespectral que ayuden a estos beneficiarios a conocer el estado fenológico de sus cultivos y planificar de mejor forma las distintas actividades para sacar el mayor rendimiento de estos.
Los drones con tecnología multiespectral ofrecen una mayor precisión, pensado para las aplicaciones agrícolas, como es el caso del Proyecto FIC que ejecutamos como Universidad Católica de la Santísima Concepción y que financia el Gobierno Regional del Biobío. Mediante el uso de este tipo de dron, lo que se busca es unificar el proceso de capturar la información necesaria para conocer el estado de los cultivos y ayudar en su monitoreo, generando de esta manera un apoyo en la toma de decisiones frente a algunos procesos que son parte de los mayores costos que incurren año a año en la mantención de un cultivo y del cual nuestros agricultores generan el sustento para el año entero.
Así, mediante el uso de drones en la agricultura es posible realizar labores con gran exactitud y utilizando un menor tiempo, por ejemplo, es posible hacer el conteo de plantas y supervisar el crecimiento. Realizar esta actividad con imágenes aéreas facilita enormemente la tarea, logrando una gran exactitud; otra tarea que se puede realizar con un dron es la medición de clorofila, lo que indica el nivel de nutrición de las plantas. De igual forma, usando una cámara térmica, es posible hacer una evaluación del estrés hídrico de las plantas, al abarcar grandes extensiones de plantaciones, es posible detectar zonas que requieran de mayor o menor cantidad de riego, en un escenario cada vez más adverso de escasez hídrica.
En resumen, este uso de tecnologías y sus múltiples usos ayuda a los pequeños agricultores de nuestra Región a optimizar procesos y a conocer las bondades de las tecnologías en el desarrollo de sus predios y emprendimientos, fortaleciendo además la vinculación del sector agrícola con la academia regional, en un gana-gana que ayuda no solamente a la Región, sino también al país.