Pablo Pinto Valenzuela
Seremi del Medio Ambiente del Biobío
Uno de los problemas que enfrenta nuestro país es la falta de agua dulce. Se estima una disminución de precipitaciones promedio de los caudales en la zona del Maule al Biobío, de entre 10% y 40%. Para enfrentar esta situación, en 2022 se promulgó la Ley Marco de Cambio Climático, que considera que “cada cuenca del país deberá contar con un Plan Estratégico de Recursos Hídricos”. Dicho plan debe considerar, medidas para enfrentar las necesidades hídricas actuales y futuras. Por ejemplo, utilizando soluciones basadas en la naturaleza, en restauración y conservación de estos espacios, por su importancia en el balance hídrico.
Es importante que valoremos los servicios ecosistémicos que nos ofrecen los humedales, como amortiguar crecidas y prevención de desastres, proveer de agua dulce, alimento y recursos; recargar las napas subterráneas, ser refugio permanente -o de paso- de muchas especies de flora y fauna; ser importantes reguladores del ciclo hídrico y del clima, así como sitios ideales para el turismo y la investigación.
Otra de las funciones de los humedales es que representan una protección frente al cambio climático, ya que no solo permiten la evapotranspiración de plantas, depuración del agua y filtración de desechos, sino que permiten la captación y almacenamiento de carbono desde la atmósfera. Sin esta importante función y reciclaje de elementos esenciales, no podría existir vida en nuestro planeta.
La ley n°21.202, que modifica diversos cuerpos legales con el objetivo de proteger los humedales urbanos, tiene por objeto regular estos ecosistemas dentro de áreas urbanas e introducir en la legislación nacional el concepto de humedales urbanos, lo que significa un gran avance en términos de conservación de la biodiversidad para el país.
Nuestra región es un faro en relación a la protección. Desde la creación de la Ley, en 2020, a nivel nacional existen 106 declarados bajo protección, 16 de ellos en la región del Biobío. Además, en 2022 bajo el mandato del Presidente Gabriel Boric se marcó un hito: la declaratoria de Santuario de la Naturaleza el Humedal Desembocadura del Río Biobío, por su importancia para la biodiversidad.
Hoy, tenemos como desafío a corto plazo seguir avanzando en proteger estos espacios y generar procesos de restauración. En el mediano plazo, debemos capacitar a los municipios y trabajar con las comunidades, aportando a la gobernanza, como el caso del Comité Regional de Humedales del Bio-Bio; y a largo plazo, fomentar la educación en las nuevas generaciones.
Los humedales son nuestro seguro contra los desafíos que nos plantea el cambio climático. Por lo tanto, debemos trabajar fuertemente en relevar su rol ecosistémico, cuidando su biodiversidad y que ésta, a su vez, nos resguarde a todos y todas.