JORGE AILLAPÁN QUINTEROS
Abogado-Colectiva Justicia en Derechos Humanos
En su “Informe sobre Violencias Percibidas en la Macrozona Centro-Sur 2023”, el INDH describe y analiza los hechos que aquejan a este territorio.
No obstante, soslaya la violencia que el Estado acomete en contra de personas mapuche como, por ejemplo, el desplazamiento forzado sufrido por familias indígenas de la comuna de Arauco, quienes hace pocas semanas fueron expulsadas por Carabineros y, además, destruidas e incendiadas sus casas, siembras, cosechas y animales, pese a que la misma autoridad certificó que vivían ancestralmente en dicho lugar.
Otro ejemplo -no considerado en dicho informe- es la utilización de “testigos sin rostro” en el juicio seguido contra Héctor Llaitul.
Grave retroceso, habida cuenta que la Corte Interamericana de DDHH en 2014 condenó a Chile por acudir a los “testigos sin rostro” para juzgar a personas mapuche, violando la igualdad ante la ley y el derecho a la defensa, entre otros.
En ese fallo se indicó que el derecho a la defensa incluye el derecho a interrogar a los testigos. A diferencia de otras condenas -“caso Atala”, por ejemplo-, tratándose de personas mapuche el Estado no dio cumplimiento a las medidas de reparación dispuestas por la CIDH, cuestión reconocida por el propio MINREL durante el año 2019, mismo año en que la Corte Suprema adoptaría su veredicto, señalando que las sentencias del caso Lonkos “han perdido los efectos que le son propios”.
En julio del 2022 la vocera de la Corte Suprema ya anticipaba que los dichos de Llaitul no estaban cubiertos por la libertad de expresión, sino que se trataba de amenazas que debían canalizarse a través de Ley de Seguridad del Estado. Un año más tarde, la misma Corte Suprema volvería a justificar el uso de testigos sin rostro pues “no parece afectar significativamente los derechos del imputado”, soslayando la condena recibida en 2014 por parte de la Corte IDH. Este jueves se leyó la sentencia condenatoria en contra de los presos políticos mapuche recluidos en la cárcel de Angol, proceso en el cual se violaron las garantías fundamentales de los imputados, develando que nunca se avanzó en una cultura respetuosa por los derechos humanos, particularmente respecto a las personas mapuche. Se confirma que todos los animales son iguales, aunque unos son más iguales que otros.