En estos momentos entonces, debiéramos preguntarnos: Cuánto hemos hecho por los niños y niñas que viven en Chile?
CLAUDIA HURTADO
Corporación SOMOS
El trágico incendio ocurrido en la semana en Coronel, además de llevarnos a reflexionar sobre la pobreza, déficit de viviendas, planificación urbana, sinistrialidad y otros tema, nos coloca un tema que en ocasiones, ocupa un lugar importante; el cuidado de los niños y niñas en nuestro país.
En momentos en que la educación está cuestionada en nuestro país por los resultados de pruebas como el Simce y otros indicadores que dan cuenta del rezago, especialmente, después de pandemia que afecta directamente a niños y niñas, hemos visto algunos esfuerzos para tratar de revertir la brecha, pero sin duda, no ha sido suficiente.
En circunstancias que tomamos conocimiento de los hechos de violencia que ocurren dentro y fuera de las salas de clases y que conocemos de un fenómeno que se denomina bollyng, que incide y afecta la salud emocional de nuestros niños.
En una época, en que sabemos que cada día más son los niños y niñas que sufren de ansiedad y depresión y que la salud mental de ellos ha ido ocupando un lugar importante, que las familias y los establecimientos escolares, se esfuerzan por atender, sin que siempre sea posible brindar una atención profesional a todos ellos.
A pocos años de haberse instalado en nuestro país, un Servicio de Protección Especializada para la Niñez y Adolescencia que buscaba brindar atención distinta, cercana y profesional, a niños y niñas especialmente vulnerables.
En estos momentos, recibimos esa lamentable noticia, la muerte de ocho niños y niñas, entre 4 y 13 años.
Esta circunstancia, nos lleva a recordar otro hecho, que quizás pocos recuerdan. El incendio que lamentable, ocurrió en Puerto Montt el año 2017, cuando niños y niñas reclamaban por sus derechos.
En estos momentos entonces, debiéramos preguntarnos: Cuánto hemos hecho por los niños y niñas que viven en Chile?