Opinión

Reducir el desperdicio de alimentos

Por: Diario Concepción 14 de Octubre 2023
Fotografía: Cedida

Carolina Díaz-Vaz
Ipsos en Chile

En un contexto global marcado por la convergencia de numerosas crisis de distinta naturaleza, todas las acciones y problemáticas cobran una mayor complejidad. En tiempos de policrisis (concepto que usamos en Ipsos para referirnos a la convulsa época que atravesamos), los comportamientos y actitudes de las personas deben ser analizados desde múltiples perspectivas, pues reflejan la diversidad de fuerzas a las que están sujetos.

El desperdicio de alimentos, sin duda, se alza como una importante problemática, con implicancias que repercuten en lo social, lo medioambiental y lo económico. Según datos de Naciones Unidas1, cerca de un tercio de los alimentos producidos a nivel global para consumo humano se pierde o desperdicia, los que podrían alimentar a unas 2000 millones de personas. En definitiva, estamos ante un problema de gran magnitud, cuya búsqueda de soluciones podría impactar efectivamente en la vida de mucha gente.

Para entender mejor este tema, hace unos días se liberaron los resultados del Primer estudio Maggi-Ipsos sobre Desperdicio de Alimentos en Chile, donde se encuestó a 600 personas buscando conocer sus actitudes y comportamientos ante el desecho de comidas domiciliarias. La investigación arrojó nueva luz sobre este importante tema, revelando algunas de las complejidades y contradicciones al respecto.

Por ejemplo, nueve de cada diez chilenos (91%) dicen sentir molestia ante el desperdicio de alimentos, y siete de cada diez (72%) lo reconocen como un gran problema a nivel nacional. El principal aspecto que genera molestia del desperdicio de alimentos tiene relación con la pérdida de dinero (88%), el impacto negativo para el medioambiente (67%), y la sensación de culpa asociada (60%).

A pesar de este generalizado rechazo ante el desperdicio de alimentos, y la conciencia sobre la gravedad del problema, la encuesta reveló que el 92% de las personas declara desperdiciar al menos algo de comida en su hogar. En otras palabras, la abrumadora mayoría de los chilenos se declara en contra del desperdicio de alimentos, pero esta misma abrumadora mayoría reconoce hacerlo en su cotidianeidad.

¿Qué tensiones nos revela esta aparente contradicción? ¿Queremos cambiar, pero no logramos quebrar el hábito? ¿Qué elementos en la percepción, las actitudes y el comportamiento de las personas podrían potenciarse para solucionar este problema? Y, ¿qué rol cabe a las marcas y organizaciones, especialmente aquellas vinculadas con el rubro alimentario?

Las personas esperan ver acción. Siete de cada diez chilenos (72%) dicen sentir motivación para esforzarse en reducir el desperdicio, y 97% (o sea, prácticamente todos) dicen que podrían disminuir el desperdicio de alimentos en su hogar. Sin duda, estamos ante un desafío que nos interpela a todos: ciudadanos y consumidores, marcas y organizaciones, medios de comunicación, instituciones públicas y privadas. Es hora de hacernos cargo.

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