En la astrobiología, se busca mantener el concepto básico, pero aplicándolo en un sentido más amplio.
Dr. Dominik Schleicher
Investigador Principal CATA
Departamento de Astronomía UdeC
Los astrónomos hemos llegado a detectar más de 5.500 planetas orbitando otras estrellas. Pensamos que hay muchos más, en el orden de miles de millones en la Vía Láctea, pero son los límites de observación los que solo permiten estudiar los más cercanos. Aun así, existe un gran número de mundos donde, posiblemente, podría existir vida.
¿Qué es la vida? ¿Será la vida en otros planetas parecida a la de la Tierra? Es una pregunta complicada, que buscamos responder mediante la astrobiología. Según la biología, la vida cuenta con características como la formación por células, reproducción, crecimiento, evolución y movimiento. A su vez, para los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, un sistema vivo es capaz de regenerarse y mantenerse a sí mismo, produciendo y reproduciendo sus propios componentes a través de interacciones y transformaciones continuas.
En la astrobiología, se busca mantener el concepto básico, pero aplicándolo en un sentido más amplio. Ya en 1994, un comité de la NASA adoptaba una definición propuesta por Carl Sagan, donde la vida es “un sistema químico auto-sostenible capaz de experimentar la evolución darwiniana”.
En la Tierra, la base de la vida es el agua, fluido donde ocurren las reacciones químicas. Las células lo incluyen, pero requieren un componente más firme: cadenas de carbono que forman biomoléculas. Finalmente está la energía, que tiene su origen en el Sol. En los exoplanetas, la vida podría organizarse de igual forma, aunque hay especulaciones de que se podrían reemplazar estos componentes con otros elementos.
En Star Trek, se propuso una forma de vida basada en silicio (Horta), teoría reconocida ya que sus conexiones son muy parecidas al carbono, aunque más débiles y fáciles de destruir. Otras alternativas incluyen nitrógeno y fósforo, aunque difícilmente podrían formar parte de una nueva bioquímica. De la misma forma, el agua podría ser reemplazada, por ejemplo, con el amoniaco que se encuentra en Titán, luna de Saturno, donde llueve este elemento e incluso se forman lagunas. No obstante, se desconoce si podrían existir formas de vida en base a esto.
La astrobiología solo ha comenzado su labor investigativa, y por lo mismo se presentan varias alternativas todavía sub-exploradas. Su avance va a requerir de estudios astronómicos, químicos, biológicos, y de nuestro Sistema Solar. Y a su vez, esto nos puede entregar nuevas formas de aprender sobre nuestra misma vida.