Opinión

Una enemiga en el espacio

A pesar de todo, nuestro planeta ofrece dos buenos escudos que nos protege de la alta radiación proveniente del Sol.

Por: Diario Concepción 15 de Septiembre 2023
Fotografía: Cedida

Leidy Peña Contreras
Licenciada en Física- Magíster en Astronomía. Divulgadora EDA y CATA.

Las partículas de altas energías pueden causar daños en nuestro organismo, rayos X, rayos gamma, neutrones, entre otras, tienen suficiente energía como para causar daño en el sistema nervioso central, en el sistema cardiovascular, en el sistema óseo, alterar el material genético y hasta llegar a causar cáncer. Es por ello que muchos organismos de salud advierten sobre la gravedad de exponerse a niveles altos de radiación.

A pesar de todo, nuestro planeta ofrece dos buenos escudos que nos protege de la alta radiación proveniente del Sol, uno de ellos es la capa de ozono que filtra la mayor parte de los rayos UV y el otro es el campo magnético que desvía gran parte del viento solar.

Pero qué sucede ante una situación de altos niveles de radiación, una exposición prolongada en Tierra o en el caso de los astronautas que están expuestos constantemente sin la protección total necesaria a pesar de los materiales que conforman la Estación Espacial Internacional, lo cual en promedio es equivalente a 1.000 radiografías de tórax en un lapso de seis meses. Para ello, se usan dosímetros que miden la exposición a la radiación y se tiene una estimación de la cantidad a la que están expuestos los astronautas identificando los cambios fisiológicos y biológicos. Es importante tener en cuenta estos efectos sobre todo si se piensa en las misiones espaciales a largo plazo como la Luna o Marte. Por medio de la Oficina de Investigación Física y Biológica de la NASA se está explorando la posibilidad de que regiones específicas de ADN puedan registrar con precisión los daños causados por la radiación. Esta agencia, está desarrollando métodos que sirvan de marcadores o indicadores de los daños y mutaciones originadas por la radiación que pueden ser útiles tanto en pacientes en la Tierra como en la prevención de daños provocados por ésta en el espacio; una prueba de diagnóstico es el Análisis Onco Mate MSI Dx, usado también en Europa para diagnosticar tumores. De donde quiera que venga la iniciativa, la investigación de la radiación como agente de daño en la Tierra y en el espacio está dando saltos grandes en ayuda contra el cáncer y en apoyo a las misiones espaciales, que se espera se realicen en los próximos años.

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